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El Vaticano, "sorprendido" por la decisión del Gobierno irlandés de cerrar su Embajada

  • Irlanda alega que con el cierre se ahorran 1,25 millones de euros
  • Fuentes anónimas de la Santa Sede: el Vaticano, "extremadamente irritado"

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Irlanda va a cerrar su embajada en el Vaticano

La sorprendente decisión del gobierno irlandés de cerrar su embajada en el Vaticano ha supuesto un duro golpe para el presitigio de la Santa Sede que se enfrenta, además, al reto de que otros países sigan este ejemplo impulsados por el hecho de considerar que las dobles presencias diplomáticas en Roma son caras, según han informado fuentes diplomáticas a la agencia Reuters.

El cierre ha llevado a las relaciones entre Irlanda y el Vaticano, estrechos aliados, a un mínimo histórico tras el mal momento que atravesaron ante la polémica generada por las denuncias de abusos sexuales a comienzos de este año.

"Esto es algo realmente malo para el Vaticano. Tanto porque Irlanda es el primer gran país católico en hacer esto como por lo que el catolicismo significa en la historia de Irlanda", ha manifestado una fuente diplomática del Vaticano, que ha hablado bajo la condición de anonimato.

Falta de ingresos

El Ministerio de Exteriores irlandés ha explicado por su parte que la embajada se iba a cerrar porque "no genera contraprestaciones económicas" y pero que, pese a ello, las relaciones continuarían a través de su embajador en Dublín.

Pese a todo, la fuente de la Santa Sede ha asegurado que el Vaticano estaba "extremadamente irritado" con la idea de equiparar las misiones diplomáticas con una prestación económica, particularmente dado el valor del Vaticano para promover los valores humanos.

De hecho, tras conocer la noticia, el primado irlandés, el cardenal Seán Brady, ha asegurado sentirse en un comunicado "profundamente decepcionado", al tiempo que ha recordado que Irlanda no tendrá representación en el Vaticano "desde que se establecieron, por primera vez, relaciones diplomáticas entre ambos Estados en 1929".

Brady ha asegurado que la decisión de Dublín demuestra "la poca consideración" que tiene este Gobierno hacia "el importante papel" que desempeña la Santa Sede "en las relaciones internacionales".

En declaraciones a la Radiotelevisión Irlandesa (RTE), Gilmore ha asegurado que hubiese preferido mantener dos embajadas en Italia, una en Roma y otra en el Vaticano, pero ha justificado el cierre por el coste que genera su gestión.

Los costes

"Es una decisión que hemos tenido que tomar con gran pesar", ha afirmado el jefe de la diplomacia irlandesa, quien ha adelantado que el cierre permitirá ahorrar unos 1,25 millones de euros al Estado.

Aunque dicha medida ha sido justificada con argumentos puramente económicos, algunos observadores quiere ver una señal más de las tensiones que han dominado las relaciones entre el Vaticano y Dublín en los últimos meses.

Éstas se han enfriado después de que el primer ministro irlandés, Enda Kenny, hiciera el pasado julio en el Parlamento nacional (Dáil) un ataque sin precedentes contra las más altas instancias de la Iglesia católica.

Entre otras acusaciones, el "Taoiseach" (primer ministro) aseguró que el Vaticano ha alentado a los obispos de este país a no denunciar los casos de curas pederastas, al tiempo que advirtió al papa de que la religión no "dirige Irlanda", donde impera la ley civil.

Kenny respondía así a la publicación de un informe sobre abusos cometidos por sacerdotes católicos en la diócesis de Cloyne, en el condado sureño de Cork, en el que se acusaba a sus dirigentes de obstaculizar la investigaciones de las denuncias y de proteger a sus miembros