Más de 300 vecinos de El Hierro duermen fuera de casa por la erupción del volcán
- Son evacuados por la cercanía de la erupción del volcán
- También hay riesgo de desprendimientos por los temblores
Unos 250 vecinos de la localidad de La Restinga y 51 de dos barrios de Frontera en la isla canaria de El Hierro han pasado la noche fuera de sus casas tras ser evacuados este sábado por el volcán subterráneo, cuya mancha de magma es visible desde el espacio.
Este sábado se dio de nuevo la orden de evacuar estas zonas como medida preventiva por la cercanía a una erupción y por riesgo de desprendimientos, según informa TVE. En las proximidades del volcán se han observado columnas de vapor con cenizas.
Segunda evacuación en un mes
La primera evacuación de La Restiga se produjo el 12 de octubre cuando tuvo lugar la erupción submarina. Los vecinos regresaron a sus casas nueve días después.
Hace siete días se reactivaba la actividad sísmica en El Hierro y comenzaba la semana en la que se han producido los temblores de mayor intensidad. Si bien el mayor, de magnitud 4,4 en la escala de Richter, se registró en la zona del municipio de Frontera, en el norte de la isla. El miércoles, otro de 4,3 sacudía este municipio norteño.
Debido al aumento de la magnitud de los sismos el Pevolca ha acordado el cierre del túnel de Los Roquillos, que une los municipios de Valverde y Frontera, así como diversos tramos de varias carreteras del segundo, el Lagartario y el Ecomuseo.
Preparados para evacuar
Ante una hipotética evacuación, la Unidad Militar de Emergencias y Cruz Roja han instalado dos campamentos para 4.500 personas mientras el volcán continúa activo. La emisión de CO2 ha alcanzado su mayor valor hasta la fecha: 1044 toneladas.
Ya son más de 100 las especies afectadas y se constata que no hay vida maritima en un radio de 2,5 km en la Restinga. Según informa TVE, son muchos los vecinos que deciden voluntariamente abandonar sus casas.
Tanto en Los Polvillos, como en Los Guzmines y Las Puntas, la evacuación de esas viviendas se debe a que están situadas al pie de pronunciadas laderas rocosas, expuestas a los desprendimientos que potencialmente pueden provocar los movimientos sísmicos.