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Las claves de la crisis política italiana

  • Si el primer ministro dimite, será necesario formar un nuevo gobierno
  • De no alcanzarse un acuerdo, se conovocarían elecciones

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El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi,  pondrá su puesto a disposición del presidente de la República, Giorgio Napolitano. Lo ha anunciado después de que este martes el que era su fiel aliado, Umberto Bossi, le exigiese que se marchara y tras perder la mayoría parlamentaria.

Ante esta situación, el futuro se dibuja incierto para Italia. Estas son las preguntas más inmediatas sobre la crisis gubernamental que vive el país.

¿Cuándo dimitirá?

Durante su reunión con el presiente de la República, Berlusconi le ha transmitido que dimitará  una vez que se aprueben las primeras reformas económicas exigidas por la Unión Europea.

Según el comunicado emitido, el primer ministro italiano ha expresado una "gran preocupación por la urgente necesidad de dar respuestas puntuales a las expectativas de los socios europeos con la aprobación de los presupuestos de 2012, oportunamente enmendados siguiendo la contribución más reciente con observaciones y propuestas de la Comisión Europea".

"Una vez cumplido ese trámite, el presidente del Gobierno pondrá su cargo a disposición del jefe del Estado, que procederá a las consultas habituales (para formar un nuevo Gobierno) dando máxima atención a las posiciones y propuestas de cada fuerza política, ya sea de la mayoría parlamentaria que salió de las elecciones de 2008 como de la oposición", añade.

Una vez que el primer ministro ponga su cargo a disposición de Napolitano se abre el periodo de crisis de Gobierno y el presidente de la República comenzará las consultas para ver si se puede formar un nuevo Ejecutivo, con o sin Berlusconi, y, en el caso contrario, convocar elecciones anticipadas. 

¿Qué pasará si Berlusconi dimite?

Giorgio Napolitano deberá designar a un líder que, tras las pertinentes consultas con todos los partidos, cuente con mayoría en el Parlamento para poder sacar adelante las reformas exigidas por la Unión Europea antes de la próxima fecha electoral, fijada para el año 2013.

Los nombres que se postulan como sucesores varían desde fieles aliados al primer ministro, como Gianni Letta o Angelino Alfano, o pasan por una formación de corte tecnócrata encabezada por el comisario europeo Mario Monti.

Con todo, quién será su sucesor es más que incierto y más si se tiene en cuenta que el propio Berlusconi ha reiterado que si él se va,  la única alternativa son las elecciones.

Pese a todo queda la opición que el primer ministro italiano puede aceptar: la de dar el visto bueno a un nuevo gobierno dirigido por Letta u otro de sus aliados. Pero la oposición ya ha dicho que esto no lo aceptarán aunque lo cierto es que si alguien como Letta tomara el relevo a Berlusconi entonces, muchos diputados "rebeldes" podrían volver a respaldar al PDL que entonces gozaría de la misma mayoría parlamentaria de la que disponía hasta el momento.

Pese a lo optimista de esta opción, es poco probable que ocurra debido a la oposición y además, está el riesgo de que los que finalmente no lo acepten sean los propios mercados.

¿Y la opción de las elecciones?

Si no se logran los apoyos necesarios como para formar un nuevo gobierno, Napolitano se vería forzado a convocar elecciones anticipadas que podrían darse, como pronto, en enero. Durante ese tiempo, Berlusconi permanecería como primer ministro.

Con todo, la opción de las elecciones pone de manifiesto otro problema más: el de que no existen candidatos perfilados como tal y que cuenten con suficiente respaldo entre los italianos. Prueba de ello es que el propio partido de Berlusconi no tiene claro quién será su sucesor. Pese a todo, las encuestas dan la victoria a una formación de centro-izquierda.

Pero este giro tampoco supondría una salida rápida de la crisis ya que es un sector de la política italiana muy amplio que podría poner de manifiesto, de nuevo, la falta de acuerdo para tomar las decisiones necesarias que saquen al país de la crisis.