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Rubalcaba se erige en garante de la paz y del Estado social ante la 'cobardía' de Rajoy

  • La sexta jornada de campaña le ha llevado a Vitoria, Pamplona y Burgos
  • Explica que su proyecto político gira en torno a la salida de la crisis
  • Su receta, ha explicado, consiste en formar, innovar, exportar y crear

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El candidato del PSOE para las elecciones generalesAlfredo Pérez Rubalcaba, se ha erigido este miércoles en el garante de la paz frente al terrorismo también en el protector del Estado social, frente a la falta de valor del líder del PP, Mariano Rajoy, y sus "inquietantes" silencios sobre lo que haría si gobierna.

El futuro no está escrito

También ha ironizado sobre lo que le gusta leer a Rajoy, que miró en muchas ocasiones sus notas en el debate del lunes, y ha anunciado que iba a darle una "mala noticia: "El futuro no está escrito".

Rubalcaba ha protagonizado este miércoles una jornada maratoniana, la sexta de la campaña electoral, que le ha llevado a Vitoria, Pamplona y Burgos, en un día en el que se ha desbocado la prima de riesgo italiana y con la española moviéndose en máximos.

La crisis económica es lo que más pesa en las campaña para las elecciones del 20N. Las caravanas electorales siguen su recorrido por España. En Vitoria, el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba ha pedido el voto para asegurar la paz que abra el cese de la violencia terrorista.

Un asunto que no ha eludido en ninguno de sus tres mítines para recordar a la mandataria germana, Angela Merkel, a quien no ha mencionado expresamente pero para quien estaba claro su mensaje: "Si a tu vecino le va mal, tú también acabarás pasándolo mal", ha advertido a la canciller y a sus estrictas políticas de ajuste.

Ahora bien, y dado que estaba en el País Vasco y en Navarra, ETA se ha vuelto a colar en la campaña socialista, por boca del ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, y del lehendakari, Patxi López, quienes han pedido el voto a todos los vascos, incluidos los nacionalistas, porque Rubalcaba es, a su juicio, el mejor para asentar la paz y evitar las tentaciones de vuelta de la violencia.

Luego, un Rubalcaba "menos emocionado pero más contento" que la última vez que pisó el País Vasco, días después del comunicado de ETA, ha convenido en que con él está asegurado el mantenimiento de la paz, si bien ha pedido a sus compañeros que no se descuiden.

Ha hecho también un llamamiento a seguir manteniendo la unidad; "por la que tanto hemos peleado (...), por la que tanto hemos tragado", ha apostillado.

Ya en Pamplona, ha rematado su análisis sobre la derrota del terrorismo y les ha dicho a los navarros: "Aquí estamos hoy, completamente libres. Y vosotros, completamente libres, con vuestros fueros intactos y vuestros derechos intactos".

Propuestas de futuro

Al margen del terrorismo, el candidato ha centrado sus intervenciones en detallar muchas de sus propuestas de futuro y, tal y como prometió este martes ha explicado también algunas de las que, según interpreta, tiene el PP en su programa electoral pero no quiere contar.

Los males del infierno están en su programa

"Los males del infierno están en su programa (...) me limité a leerlo" en el debate del pasado lunes, ha insistido. Y lo hizo, ha dicho, "no por meter miedo a la gente", sino porque el PP ya ha demostrado en el pasado y ahora, en las comunidades en las que gobierna, cuáles son sus intenciones. "No estoy diciendo nada que no esté pasando".

No quiere contarlas Rajoy porque no tiene valor, tal y como se pudo constatar, de acuerdo con el diagnóstico de Rubalcaba, en el "cara a cara" del pasado lunes, "un debate atronador" para muchos españoles por los "silencios estruendosos" del líder del PP.

Unos "silencios imperdonables" en alguien que aspira a ser presidente del Gobierno y que no dice a los ciudadanos qué quiere hacer con su voto.

Frente a esos silencios ha glosado el proyecto político del PSOE para el futuro, que gira en torno a la salida de la crisis y la creación de empleo, pero manteniendo el Estado del bienestar.

Dispuesto a discutir "a cara de perro" sobre servicios básicos como la sanidad y la educación, ha criticado también al PP por decir que si ganan las elecciones establecerán que la píldora postcoital se dispense con receta.

Tampoco quieren el derecho a morir dignamente

"Ya no os hablo del derecho a morir dignamente, que tampoco lo quieren", porque el PP no quiere ningún avance en derechos, ha subrayado, y ha hecho hincapié en que el PSOE va a "seguir, a seguir y a seguir" defendiéndolos.

Por ejemplo, y en el día en el que el Gobierno navarro ha anunciado la elaboración de un mapa de fosas, Rubalcaba ha respaldado el derecho de los familiares de las víctimas de la guerra civil y de la dictadura a saber dónde están enterrados sus allegados, ha dicho que es una "justicia histórica" hacerlo y ha rechazado que de esa forma se esté removiendo nada.

En el plano económico, tiene la convicción el candidato socialista de que no hay que bajar los salarios, ni destrozar los convenios o degradar la seguridad colectiva para superar la crisis.

Formar, innovar, exportar y crear

Su receta es formar, innovar, exportar y crear, "haciendo las cosas mejor que los otros" y, además, con la ayuda de los poderes públicos como "locomotoras" para facilitar durante cuatro años la contratación de nuevos trabajadores, especialmente si son jóvenes.

Ha negado en este punto que esas ayudas públicas vayan a incrementar el déficit, pues para sufragarlas se propone pedir un esfuerzo a los más ricos y a los bancos, pese a que en España no hay ni un millonario que se ofrezca a pagar más impuestos.

"Y los amigos de los millonarios, que es la derecha, que dicen que no" porque se obstaculiza la creación de empleo, ha apostillado, para, a continuación, tachar esas críticas del PP de "tontería" y "disparate económico".

El PSOE ya ha demostrado que sabe ahorrar

A quienes acusan a los socialistas de despilfarrar les ha replicado que el PSOE ya ha demostrado que sabe ahorrar, pues es el único partido que ha elaborado presupuestos generales del Estado con superávit.

Tras avalar el actual modelo de cobertura al desempleo ante el austríaco que propone el PP, que apuesta por capitalizar y no por repartir, Rubalcaba se ha opuesto frontalmente a acometer otra reforma laboral.

Para defender la que está en vigor ha recurrido a los datos de paro del País Vasco, muy inferiores a la media española, y ha dejado claro que el marco actual ya es lo suficientemente flexible.

"No es un problema de ver cómo se despide, es un problema de ver cómo se trabaja, con qué instrumentos se trabaja, cómo se innova, cómo se exporta", ha juzgado.