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Ailanto y la CND, diálogo entre moda y danza

  • José Carlos Martínez abre una nueva etapa en la CND
  • La colección de Ailanto está inspirada en Pina Bausch

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Ailanto y la CND
Detalles de los vestidos de la colección de Ailanto de primavera-verano 2012 mostrada en la sede de la Compañía Nacional de Danza.

Moda y danza se dan la mano en la sede de la Compañía Nacional de Danza. Aitor e Iñaki Muñoz, Ailanto, han vestido a 16 maniquíes con su colección de primavera-verano para 2012 y los han colocado en una de las salas del centro.

El resultado es teatral y permite ver los vestidos también por detrás gracias al enorme espejo con el que a diario ensayan los bailarines. Ellos, o mejor dicho ellas, han tenido que trasladarse y llevar sus zapatillas de punta al espacio vecino donde días atrás trabajaban los chicos.

Pina Bausch, más que una inspiración

Algunos vestidos recuerdan a coreografías y vestuarios de Pina Bausch. Las prendas ofrecen un aspecto lencero sin una sexualidad definida, casi ambigua y a veces neutra, que invita a probar y reflexionar.

Aitor e Iñaki diseccionaron fotografías de escenografías de la Bausch y se inspiraron en los bailarines que llevaban vestidos de mujer sin abrochar, dejando sus espaldas al descubierto. Estas imágenes se reflejan también en prendas superpuestas que no llegan a abrazar del todo el cuerpo

Los diseños juegan al engaño con el interior y el exterior, para que se luzcan los forros y las costuras. Sedas y gasas caen en línea recta por el cuerpo para permitir que éste se exprese, ya sea resbalando sobre la piel o bailando.

Cosiendo coincidencias

José Carlos Martínez es el nuevo director de la CDN. Su nombramiento se conoció en diciembre pero se incorporó hace dos meses. Afrenta el reto con ilusión y ganas, y pretende configurar una compañía abierta a todos, y abierta a todo.

Martínez fue bailarín principal en la coreografía “Orfeo y Eurídice” de Pina Bausch. Recuerda de ella que siempre les decía: “No quiero trabajar con el bailarín, quiero trabajar con la persona que hay dentro”.

El interior sale para dar lo mejor, el alma, y aquí se entabla un punto de conexión con la colección de Ailanto que exhibe sin contemplaciones la estructura del vestido, su alma.

Moda y danza, una historia de amor

Martínez dice estar abierto a futuras colaboraciones. Le gusta el diálogo que se establece entre vestuario y ballet, y cuenta que “el tejido y la fluidez sobre el cuerpo ayudan al coreógrafo a idear movimientos”. También que “es necesario revisitar el pasado para construir el presente” y aquí hay otra puntada afín a la costura de Ailanto que, una vez más, rebusca en el baúl patrones y colores de tocador o amarillos joya.

Al final, surge lo inevitable y el director invita a los diseñadores a una “posible” colaboración. Cupido ha lanzado su flecha, y el romance entre moda y danza no ha hecho más que empezar.