La ONU acusa a Sudán de bombardear un campo de refugiados en Sudán del Sur
- En el ataque habrían muerto una docena de personas
- Las fuerzas armadas sudanesas niegan haber bombardeado
- 52 personas murieron el jueves en enfrentamientos entre Ejército y rebeldes
El Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha condenado este viernes el ataque aéreo contra un campo de refugiados en Sudán del Sur, que ha calificado de "crimen internacional".
"Condenamos el bombardeo", ha declarado a los periodistas el portavoz de ACNUR Rupert Colville, quien ha señalado que "el ataque puede ser un crimen internacional". Colville ha precisado que el Alto Comisionado dispone de "más información" para poder dar el nombre de los responsables.
En el bombardeo del campo, que se produjo el jueves, murieron al menos una docena de personas, según autoridades de Sudán del Sur y periodistas. En la zona se alojan unos 20.000 refugiados que huyen de la violencia en las provincias de Kordofan y Nilo Azul, al norte de la frontera común, donde los rebeldes luchan contra el Ejército de Sudán desde el junio.
"Podemos confirmar que al menos dos bombas han caído cerca del campo de refugiados de Yida", a menos de 25km de la frontera, ha informado la oficina del secretario general de la ONU, Ban ki Moon.
Por su parte, Estados Unidos ha condenado también el ataque y ha pedido que ambas partes se sienten a negociar para evitar que la escalada de violencia termine con un conflicto a gran escala. "Esta provocación incrementa la posibilidad de una confrontación directa entre Sudán y Sudán del Sur. Los EE.UU. demandan al gobierno de Sudán que detenga todos los bombardeos aéreos inmediatamente", ha explicado la Casa Blanca en un comunicado.
Por su parte, las fuerzas armadas sudanesas han negado haber llevado a cabo el bombardeo. El portavoz militar, Al-Sawarmi Jalid, ha subrayado que "Sudán del Sur es un estado de la ONU. Nosotros respetamos la ley internacional y es imposible que hayamos hecho eso".
También el jueves, el Ejército sudanés se enfrentó a los rebeldes de Kordofán al sur de la ciudad de Taludi, con un saldo de 52 muertos entre ambos bandos y un tanque y vehículos militares destruidos.