Obama deja la cumbre de la APEC sin camisas hawaianas
- Lo habitual era que los líderes mundiales se vistieran con los atavíos exóticos
- El presidente de EE.UU. cree que se puede prescindir de la tradición
El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha puesto fin este lunes a la tradición por la cual los líderes participantes en la cumbre de la APEC posaban para la "foto de familia" vestidos con el atavío tradicional del lugar.
La perspectiva de ver a mandatarios como el presidente chino, Hu Jintao, o el ruso, Dmitri Medvédev, en camisa hawaiana y guirnaldas ("lei") de flores había suscitado una enorme expectación entre la prensa que cubre la cumbre de los 21 miembros del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC).
Pero no pudo ser. Los líderes comparecieron ante las cámaras con otro tipo de uniforme: trajes oscuros cuya monotonía sólo interrumpía la chaqueta blanca de la primera ministra australiana, Julia Gillard.
Otros tiempos
La ausencia de camisas de brillantes colores causó extrañeza incluso entre los propios líderes. Los periodistas pudieron escuchar cómo Gillard preguntaba a Obama sobre "falditas de hierba", otro de los elementos de la vestimenta tradicional hawaiana.
Obama le contestó: "es demasiado embarazoso. ¿Sujetadores de cocos?", mientras el presidente chileno, Sebastián Piñera, se sumaba a la conversación para preguntar "¿dónde están las camisas hawaianas?".
El presidentede EE.UU. replicó: "Estamos poniendo fin a esa tradición", mientras hacía un gesto de cortar con la mano.
Posteriormente, en una rueda de prensa tras la clausura de la cumbre, Obama explicó que había decidido poner fin a la costumbre iniciada en 1993 bajo el mandato de Bill Clinton -cuando EEUU acogió por primera vez la reunión de líderes, en Blake Island- porque, dijo, "miré fotos de cumbres anteriores y las vestimentas pasadas y pensé que es una tradición de la que podemos prescindir".
Los 21 mandatarios presentes en la cumbre han recibido cada uno una camisa hawaiana de regalo y "si hubieran querido lucirla no hubiera habido ningún problema", ha asegurado.
"No oí muchas quejas sobre el quiebro de la tradición", ha indicado el presidente de EE.UU.
La costumbre ha dado momentos tan memorables como el de ver en 2001 en China al entonces presidente estadounidense, George W Bush, vestido con una chaqueta azul estilo Fu Manchú junto a su homólogo ruso, Vladímir Putin, con el mismo atavío, pero en color rosa.
Algunos analistas han conjeturado con que el fin de la tradición pueda deberse al temor de la Casa Blanca a dar una imagen de frivolidad en momentos de crisis económica.