El PIB portugués cae un 0,4% en el último trimestre y Lisboa se coloca a un paso de la recesión
- La bajada en la inversión y el menor consumo familiar, claves del mal dato
- El PIB portugués agrava su caída y retrocede un 1,7% en tasa interanual
En el tercer trimestre del año, la economía portuguesa se contrajo un 0,4% por la bajada en la inversión y el menor consumo familiar. Este dato supone que el PIB haya caído un 1,7% respecto al año anterior, siete décimas peor respecto al dato anual del segundo trimestre de 2011.
Los datos divulgados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) luso evidencian que el país vecino se sitúa al borde de la recesión. De forma técnica no lo está porque en el segundo trimestre se estancó, y se considera que un país está en recesión cuando encadena dos trimestres consecutivos de caídas.
En su informe, el INE apunta también a la "desaceleración" de las exportaciones como causa de esta nueva bajada, pese a que éstas continuaran mostrando "un crecimiento elevado".
El Gobierno luso prevé cerrar el ejercicio 2011 en recesión y con una caída del PIB del 1,8%, una décima mejor que las últimas estimativas de la Comisión Europea, que calculan una caída del 1,9%.
Previsiones pésimas para 2012
Peor se augura el desempeño de la economía portuguesa para el 2012, cuando el Ejecutivo luso estima un descenso del 2,8% y la Comisión Europea habla de un retroceso del 3%.
La crisis que atenaza Portugal, considerada como la mayor de toda su historia, le llevó incluso a solicitar el rescate financiero de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional el pasado mes de abril después de que el progresivo encarecimiento de su deuda acabara por impedir al Estado luso financiarse en el mercado.
A cambio de esa ayuda, concretada en un préstamo de 78.000 millones de euros, Portugal se comprometió a aplicar un severo programa de ajustes y reformas para reducir su déficit público, que incluyen una significativa reducción de la inversión estatal y un notable incremento de la carga fiscal.
Precisamente, la magnitud y el alcance de estas medidas han suscitado polémica en el país, donde la oposición ha advertido de que los recortes pueden dificultar que el país regrese a la senda del crecimiento económico, al igual que los sindicatos, que ya han convocado una huelga general para el próximo 24 de noviembre.