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"Mujeres en dirección", el Festival de Cine de Cuenca lucha contra la violencia de género

  • El certamen saca a la luz el trabajo de directoras de cine de todo el mundo
  • Las cineastas se quejan de que vez hay menos mujeres en las escuelas de cine
  • La actriz, María Galiana, recibirá un homenaje a su carrera profesional

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De izq a dcha a Icíar Bollaín, Marta Belaustegui, Gracia Querejeta, Chus Gutiérrez
De izq a dcha a Icíar Bollaín, Marta Belaustegui, Gracia Querejeta, Chus Gutiérrez

Ya lo decía la directora, Gracia Querejeta, en la rueda de prensa de la presentación del festival: “No son buenos tiempos para la lírica”.

La realizadora ha puesto el dedo en la llaga de una preocupación que sobrevuela el mundo del arte y la cultura. “Cada vez hay más festivales que desaparecen y museos que cierran. Hay que tener cuidado de que la cultura no se vuelva elitista, porque una sociedad sin cultura se vuelve peligrosa; además un certamen como este genera muchísimos puestos de trabajo”, señala convencida la actriz Marta Belaústegui, directora de “Mujeres en dirección 2011". Festival Internacional de Cine de Cuenca”. 

La cita conquense que se celebra del 21 al 26 de noviembre, ya suma más de seis ediciones. Saca a la luz los trabajos de directoras de cine de todo el mundo (EEUU, Japón, Líbano, Grecia, etc) y lucha contra la violencia de género. Aunque se saben “pequeños” en un mundo de gigantes, están dispuestos a sacar adelante la labor a fuerza de “ilusión y compromiso”, a pesar de que reconocen que este año “ha sido especialmente difícil materializar la iniciativa”.

¿Es diferente el cine de mujeres?

La pregunta sobrevuela siempre los certámenes de este tipo, reconoce la directora Icíar Bollaín, pero es “imposible contestar”, y “ahí está la muestra tan variada del festival para que el público pueda juzgar por si mismo”, asegura la realizadora de También la lluvia, que ya prepara su próximo largo, protagonizado por Verónica Echegui.

En cualquier caso, todas las directoras consultadas suscriben la opinión de la vicepresidenta de la Academia de Cine, la cineasta catalana Judith Colell. “Las mujeres si producen cine pero nos falta ese pequeño empujón para romper el techo de cristal. Nos hace falta mucha visibilidad porque las películas que se presentan son una verdadera maravilla”, explica.

Hay que cuidar que la cultura no se vuelva elitista

El festival de Cuenca intenta rebasar estas barreras a través de un programa variado e internacional. Directoras consolidadas como la griega Athina Rachel Tsangari, que presenta Attenberg, la cinta helena que competirá en los Oscar, se mezclan con nuevos talentos.

En la categoría de largometraje se muestran tres óperas primas de directoras españolas: en la sección oficial, Camera Obscura de Maru Solores, sobre el descubrimiento del primer amor por parte de una niña ciega; fuera de concurso se proyectarán De tu ventana a la mía de Paula Ortiz, y Evelyn de Isabel Ocampo, que cerrará el certamen en un pase especial dedicado a la violencia de género.

Este año, la cita de Cuenca homenajea a la actriz María Galiana (la entrañable Herminia de Cuentamé), por toda su trayectoria profesional. También se mantienen los talleres de cine, impartidos por Ana Díez, primera mujer ganadora de un Goya como mejor realizadora, y Yolanda Flores, periodista de RNE, especialista en cine.

Continúa la sección infantil con la proyección de Los niños de Timpelbach de Nicolas Bary.- “en un festival de mujeres no pueden faltar los niños”- detallan.

Temas viejos se convierten en nuevos

En la categoría de cortometraje (el premio será otorgado por Radio Exterior) se presentan otras tres óperas primas de directoras españolas. “Hay que reseñar que en los cortos el tema más recurrente ha sido la preocupación por el mundo de la adolescencia, y en los largos la búsqueda de la identidad”, explica Marta Belaustegui, que señala que algunos temas viejos se convierten en nuevos; es el caso del largo de Uqui Permui, Doli, Doli, Doli … con las conserveras, que aborda el tema de la protesta en 1989 de más de cien mujeres conserveras de la ría de Arousa (Galicia), ante el cierre de su empresa. “El tema del sindicalismo se vuelva de lo más actual”, añade Belaustegui.

Dirigir no es sencillo y además no es fácil compaginarlo con la vida familiar

Todos son films dispuestos a hacer añicos el techo de cristal, aunque las cosas “no pintan bien”, a juzgar por las reflexiones de las cineastas. “En los 90 éramos muchas mujeres directoras y pensamos que el relevo generacional estaba asegurado, pero ahora nos hemos dado cuenta que a las escuelas de cine cada vez se presentan menos, y no sabemos porqué”, analiza Icíar Bollaín.

“Siempre ha habido menos mujeres pero con la situación actual hay menos todavía. Dirigir no es sencillo y además no es fácil compaginarlo con la vida familiar”, puntualiza Gracia Querejeta, que de nuevo pone el dedo en la llaga.