Un jarrón, una espada y fotos de los papas y Bush, los recuerdos de Berlusconi

• El primer ministro saliente abandona el Palacio Chigi
• En los últimos días se ha despedido de los líderes mundiales

Una espada kazaja, un jarrón chino de la dinastía Ming y tres fotografías. Éstos han sido los únicos efectos personales que Silvio Berlusconi se llevó el pasado martes al abandonar la residencia del primer ministro italiano, el romano Palacio Chigi, según ha informado el periódico La Repubblica.

Los objetos dicen mucho de la época que se cierra con Il Cavaliere en Italia y sus filias a nivel internacional. Así, la espada fue un regalo personal de Nursultán Nazarbayev, el presidente kazajo que gobierna la república exsoviética con mano de hierro desde 1990.

Mientras, el jarrón chino que le regaló una delegación procedente de Pekín recientemente muestra su particular sentido del humor: Cuando lo recibió hizo como que lo dejaba caer y luego les comentó a sus interlocutores que, si bien eran bonitas las pequeñas flores que había en el jarrón era mejor que "la próxima vez traigan uno con escenas del Kamasutra", pese a que el arte erótico indio nada tiene que ver con China.

En cuanto a las tres fotografías que se ha llevado muestra a las claras dos ejes de su política: dos fotos de Juan Pablo II y Benedicto XVI junto a él, mostrando su catolicismo y sus vínculos con el Vaticano -que luego ha renegado de él por sus escándalos - mientras que la tercera fotografía es la del expresidente de Estados Unidos, George W. Bush, al que considera un amigo, y con el que se embarcó en operaciones polémicas a nivel internacional como la Guerra de Irak.

Últimas charlas

De hecho, según un comunicado hecho público por Il Cavaliere el pasado martes, tras dimitir Bush fue uno de los dirigentes con los que ha mantenido contactos telefónicos los últimos días, además de su sucesor en la Casa Blanca, Barack Obama, y los dos principales líderes europeos, la canciller alemana, Ángela Merkel, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy.

También habló con el primer ministro británico, David Cameron, el primer ministro de Rusia, Vladímir Putin, y el presidente ruso, Dmitri Medvédev, quien, según reza el comunicado, le envió una carta.

En la misiva, indica la nota, Medvédev agradece a Berlusconi "el preciado trabajo desarrollado a favor del desarrollo de las relaciones bilaterales y por la estimada contribución de experiencia en el ámbito internacional 'en su calidad de uno de los políticos más expertos y reconocidos del mundo'".

Berlusconi abandonó por la puerta de atrás el Palacio del Quirinal, sede de la Presidencia de la República, el pasado sábado ante las protestas y los insultos que se encontró en los alrededores por ciudadanos que salieron a celebrar su marcha, que acababa con una época en la política italiana, que ha dominado en los últimos 17 años, diez de los cuales al frente del ejecutivo.

Pese a que ha asegurado que no va a abandonar la política, Berlusconi no tendrá especial pena en dejar el Palacio Chigi, del que dijo al volver tras ganar las elecciones de 2008 que "me sienta mal".

En ese momento comenzó una tarea de redecoración pidiendo prestadas a museos italianos obras de arte e incluso restaurando una de ellas, que mostraba a un Marte sin pene y a una Venus sin brazo.

Estas obras volverán a sus museos de origen con la llegada del discreto tecnócrata Mario Monti, que este miércoles ha presentado su gobierno al presidente Napolitano y que se espera que tenga el visto bueno del parlamento el próximo viernes.