Estados Unidos aumenta su presencia militar en Australia para contener a China
- Las autoridades de Pekín protestan por la alianza militar
- EE.UU. desplegará hasta 2.500 soldados en el norte del país
- Obama habla de "fortalecer la defensa de la región"
Estados Unidos aumentará su presencia militar en el norte de Australia, según han anunciado este miércoles el presidente de ese país, Barack Obama, y la primera ministra australiana, Julia Gillard, en una iniciativa dirigida principalmente a contrarrestar la pujanza china en la región.
Ambos mandatarios se han reunido en Camberra, a donde Obama ha llegado como parte de su gira por Asia Pacífico. En la rueda de prensa tras el encuentro bilateral, Gillard ha indicado que el acuerdo prevé que, para mediados de 2012, entre 200 y 250 infantes de Marina de EEUU quedarán destacados en el norte de Australia en rotaciones de seis meses.
Estos militares llevarán a cabo maniobras y formación conjunta con la Fuerza de Defensa Australiana. Gradualmente, la fuerza inicial aumentará de modo que se llegue a constituir una fuerza de Tierra, Aire e Infantería de Marina de 2.500 soldados. Además, EEUU desplegará más aviones en las bases del norte del país y aumentará las maniobras conjuntas.
"Gracias a esta iniciativa, estaremos en posición de fortalecer de manera más efectiva nuestra defensa mutua y la de esta región", ha dicho Obama, para quien las rotaciones "envían un claro mensaje sobre nuestro compromiso inquebrantable y duradero" con Asia Pacífico.
Contrarrestar a China
Esta iniciativa forma parte de la estrategia de la Casa Blanca para la región que, al tiempo que busca colaborar con China, intenta contrarrestar la creciente pujanza de ese país por vías comerciales, diplomáticas y militares.
La presencia militar estadounidense "permitirá que EEUU cuente con un mayor equilibrio geográfico en Asia Pacífico y responder a una gama de intereses en la región", había declarado previamente el consejero adjunto de Seguridad Nacional en la Casa Blanca, Ben Rhodes.
Sería la presencia militar estadounidense más cercana geográficamente al sur de China, cuya enorme inversión militar en los últimos años EEUU ve con consternación.
Washington contempla con preocupación la creciente tensión en el mar del Sur de China, un área que considera estratégica para sus intereses pues por sus rutas pasan cerca de 1,2 billones de dólares anuales en mercancías procedentes de o con destino a Estados Unidos.
Pekín se ha mostrado gradualmente más agresivo en sus reclamaciones territoriales en la zona, donde también se disputan la soberanía Brunei, Malasia, Filipinas, India, Brunei y Taiwán. Pero, además, esta mayor presencia militar permitirá a EEUU una mayor rapidez en su despliegue en caso de desastres naturales en la zona, entre otras circunstancias.
Igualmente, la permanencia en Australia establece alternativas para EEUU cuando continúan las negociaciones entre Washington y Tokio sobre el futuro de la base estadounidense de Futenma en Okinawa.
Preocupación de Pekín
Obama ha asegurado que, pese a todo, no quiere excluir a Pekín. "Damos la bienvenida a una China pujante y pacífica", ha declarado. "La noción de que tenemos miedo de China o de que queremos excluirla está completamente equivocada", ha asegurado, antes de puntualizar que es importante que Pekín "respete las leyes de juego en toda una gama de temas".
Sin embargo, la noticia de la presencia estadounidense en Australia ha provocado protestas en el gigante asiático. "China está convencida de que la paz y la cooperación van acorde con estos tiempos, especialmente en un contexto de lento crecimiento económico, por lo que quizá no sea demasiado apropiado, ni ajustado al interés de los países de esta región, intensificar y expandir alianzas militares", ha señalado el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Liu Weimin.
Liu ha recordado que China "nunca se ha involucrado en forma alguna de alianza militar" y que Washington ha reiterado en muchos foros que no teme el ascenso chino, por lo que Pekín confía en que esa potencia "mantenga su palabra".
"Tanto (el presidente estadounidense) Barack Obama como otros altos cargos han dicho repetidas veces que dan la bienvenida a una China fuerte y próspera, y que no tienen intención en 'contenerla", ha recordado el portavoz oficial en la rueda de prensa diaria.