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El Tribunal sobre el genocidio en Camboya inicia las diligencias decisivas contra exdirigentes del Jemer Rojo

  • Uno de cada cinco habitantes perdió la vida bajo el régimen de Pol Pot

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Un hombre observa las calaveras de las víctimas del Jemer Rojo en los campos de exterminio de Choeung Ek, a las afueras de Phnom Penh (Camboya)
Un hombre observa las calaveras de las víctimas del Jemer Rojo en los campos de exterminio de Choeung Ek, a las afueras de Phnom Penh (Camboya).

Un tribunal internacional ha iniciado este lunes las diligencias decisivas contra los exdirigentes del Jemer Rojo con la lectura de las acusaciones por el genocidio y otros crímenes cometidos en Camboya durante el régimen dirigido por Pol Pot.

El proceso está marcado por la controversia debido a la dimisión anunciada el pasado octubre por uno de los jueces, el alemán Sigfried Blunk, en protesta por las interferencias del Gobierno y la posible liberación de uno de los acusados debido a su alzheimer.

Se sentarán en el banquillo de los acusados el jefe de Estado del Jemer Rojo, Khieu Samphan, el ideólogo y número dos del Jemer Rojo, Nuon Chea, y el exministro de Exteriores, Ieng Sary.

La continuidad en el juicio de Ieng Thirith, esposa de Ieng Sary y extitular de Asuntos Sociales durante el régimen, Ieng Thirith, dependerá del recurso presentado por la acusación contra la orden de su puesta en libertad, después de que el tribunal internacional dictase que está incapacitada para ser juzgada por el alzheimer que padece.

Genocidio en Camboya

Unos 1,7 millones de camboyanos, o uno de cada cinco habitantes, perdió la vida bajo el régimen de terror que establecieron Pol Pot y sus correligionarios en Camboya entre 1975 y 1979.

Los octogenarios exdirigentes están acusados de genocidio, crímenes contra la humanidad y de guerra, asesinato, tortura y persecución por razones religiosas y de raza contra la minoría musulmana cham, la población vietnamita y el monacato.

El auto de los jueces de instrucción de este juicio, conocido como Caso 2, establece que los crímenes ocurrieron en un contexto de "ataque contra el conjunto de la población", aunque los acusados se defienden con que desconocían lo que ocurría sobre el terreno.

Primeras condenas

El Caso 1 correspondió al juicio de Kaing Guek Eav, alias Duch, quien dirigió el centro de detención y torturas S-21, en el que unas 16.000 personas murieron en la misma cárcel o en los campos de exterminio de Choeung Ek, a las afueras de Phnom Penh.

Duch fue condenado a 35 años de prisión en julio de 2010 y el procedimiento se encuentra pendiente de una apelación.

El tribunal especial de la ONU para el genocidio de Camboya ha condenado este lunes a Kaing Guek Eav alias "Duch" a 35 años de prisión por su papel en la muerte de al menos 14.000 personas como torturador del régimen camboyano jefe de hace tres décadas.

Muchas víctimas y sus familiares esperan obtener justicia en este proceso contra los octogenarios ex jemeres rojos, quienes han tratado de evitar el juicio con alegaciones por su estado de salud o por amnistías obtenidas tras el final de la guerra civil en los años 90.

Ieng Sary se rindió en 1996 y desmovilizó sus tropas a cambio de una amnistía. Su deserción significó el principio del final del Jemer Rojo.

Los letrados de Nuon Chea también han intentado liberar a su cliente con argumentos médicos, pero el tribunal internacional dictó esta semana que su estado de salud le permite participar en las vistas.

La controversia alcanzó el punto culminante en octubre cuando el alemán Sigfried Blunk dimitió como juez de instrucción tras denunciar los obstáculos que el Gobierno de Camboya ponía a la apertura de nuevos casos contra otros cinco jefes militares del Jemer Rojo.

Hun Sen, antiguo jemer rojo durante un tiempo, como varios miembros de su Ejecutivo y mucha otra gente que vivió en aquellos terribles años, opina que la continuidad de los procesos solo contribuirá a reabrir aún más las heridas de la guerra civil.

El jefe del Jemer Rojo, Pol Pot, murió en la selva camboyana en 1998, prisionero de sus propios correligionarios.