La Fiscalía pide ocho años de cárcel para el "Robin Hood de la banca"
- El fiscal pide una indemnización de 200.000 euros para 15 entidades
- En 2008 desveló que había estafado 492.000 euros a 39 entidades
La Fiscalía pide ocho años de cárcel para el activista Enric Duran, conocido como el "Robin Hood de los bancos", en la causa abierta por la estafa que protagonizó contra varias entidades bancarias para demostrar su desacuerdo con el sistema financiero mundial. Duran ingresó en prisión en marzo de 2009, pero salió en libertad en mayo de ese mismo año, después de pagar una fianza de 50.000 euros.
En su escrito de conclusiones provisionales, al que ha tenido acceso Efe, el fiscal pide para Duran una condena de seis años de cárcel por un delito continuado de falsedad en documento mercantil y otra de dos años de prisión por un delito de insolvencia punible.
Este activista anticapitalista se ganó el apodo de "Robin Hood de los bancos" cuando en 2008 desveló que en los dos años anteriores había estafado unos 492.000 euros a 39 entidades bancarias para denunciar su avaricia.
En su escrito, el fiscal recoge tan sólo la estafa a una quincena de entidades financieras y pide que el activista sea condenado a indemnizarlas con un total de 204.426,1 euros.
Ánimo de enriquecimiento personal
La acusación pública sostiene que Duran obró con ánimo de obtener un enriquecimiento patrimonial, por lo que se valió de sociedades constituidas por él mismo para simular tener solvencia suficiente para que distintas entidades financieras le concediesen unos préstamos y créditos que de antemano no quería devolver, y que luego se vanaglorió de su conducta en diversos medios de comunicación.
Según la fiscalía, para aparentar ser solvente, Duran confeccionó nóminas que no respondían a la realidad, emitidas a su nombre por las empresas que él mismo había creado, y en las que simulaba ser director comercial con un sueldo holgado.
En su escrito, la fiscalía recoge que el activista se vanaglorió de su conducta en diversos medios de comunicación, foros de Internet y en las revistas Crisis y Podem -que editó con el dinero obtenido de los bancos-, donde dio a conocer su estafa, facilitó la relación de las entidades financieras afectadas, el importe de las operaciones efectuadas y la deuda contraída.
Duran ingresó en prisión preventiva el 19 de marzo de 2009, acusado de los delitos de estafa y falsedad documental, aunque finalmente quedó en libertad, en mayo de 2009, tras depositar una fianza de 50.000 euros.
En su declaración ante el juez instructor, el "Robin Hood de los bancos" dijo que había destinado el dinero defraudado a editar Crisis y Podem y a distintos movimientos sociales, sin especificar cuáles.
Desde la prisión, Duran envió a los medios de comunicación una carta en la que reivindicaba que con su acción pretendía abrir un debate social "en un momento de crisis estructural" del capitalismo y poner de relieve las flaquezas del sistema financiero.