La oposición eleva a 36 el número de muertos en Siria en la última jornada de protesta

• Seis de los fallecidos son menores de edad
• Detenidos varios hombres armados en Homs

Manifestación contra Bachar al Asad en Homs, el 21 de noviembre.

Los Comités de Coordinación Local, formados por opositores, elevan a 36 el número de muertos durante la jornada del martes en Siria por la represión de las fuerzas leales al régimen de Bachar Al Asad.

El grupo destaca que seis de los muertos son menores de edad, de los que cinco fallecieron en la provincia central de Homs, la mayoría por disparos, y otro en Deir Zur, en el noreste.

Además, perdieron la vida otras ocho personas en Homs, siete en Hama (centro), siete en Deraa (sur), seis en Idleb (norte) y dos en Deir Zur.Las provincias de Homs, Idleb, Deraa y Hama son los principales bastiones de la oposición al régimen de Al Asad.

Por su parte, la agencia de noticias oficial siria, Sana, informa este miércoles de que las autoridades de Homs detuvieron a catorce hombres buscados en las zonas de Dir Baalba y en Ouras, entre ellos el supuesto "líder de un grupo terrorista armado" que atacó un autobús de pasajeros y está acusado de asesinatos, secuestros y violaciones.

Según Sana, otros catorce hombres armados fueron arrestados en Al Rastan, Telbise y Tel Kalaj, en Homs, y las fuerzas de seguridad se han incautado de un arsenal de armas.

Estas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente por las restricciones impuestas por las autoridades sirias a los periodistas para trabajar.

El jueves se espera que los ministros árabes de Asuntos Exteriores se reúnan en El Cairo para decidir si imponen sanciones económicas y políticas contra Damasco. El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, se entrevistó el martes en la capital egipcia con varias organizaciones de la oposición siria, en cumplimiento de las resoluciones adoptadas por los ministros árabes.

La Asamblea General de la ONU condenó también el martes la represión del régimen de Siria contra la población civil y pidió el fin inmediato de la violencia, que ya ha causado más de 3.500 muertos desde mediados de marzo pasado.