CaixaBank no puja por la CAM y ningún gran banco confirma su interés en el último día
- Este jueves acababa el plazo para presentar ofertas al Banco de España
- No se sabe si el Santander, BBVA o Sabadell lo han hecho
La decisión de CaixaBank de no pujar por la Caja del Mediterráneo (CAM) ha desinflado las expectativas de que la gran banca presentara ofertas para hacerse con la entidad este jueves, último día para presentar ofertas por la entidad nacionalizada.
No obstante, al filo de la medianoche el Banco de España no había hecho ningún oficial, por lo que no se puede descartar que alguna entidad haya formalizado su interés definitivo. De hecho, fuentes del sector citadas por Efe dan por hecho que el Banco Sabadell sí lo ha hecho.
La única comunicación clara por la tarde ha sido la de CaixaBank (heredera de la Caixa catalana), que ha descartado participar en la puja final.
Las fuentes financieras citadas por Efe, también daban por hecho que tres cajas que mostraron en su día interés por la CAM -Barclays, Ibercaja y el fondo JC Flowers- han tomado la misma decisón. La incógnita es si los dos grandes bancos, Santander y BBVA, han presentado finalmente ofertas.
¿Subasta desierta?
Efe añade que si el Sabadell ha sido la única que ha presentado una oferta vinculante, surge el temor a que la subasta, ideada como competitiva, pueda quedar desierta.
No obstante, otros medios especializados apuntan que la solución definitiva puede demorarse más allá de la primera mitad quincena de diciembre (plazo previsto inicialmente para completar la venta de la CAM; fechas en las que España asiste al traspaso de poderes entre el Gobierno del PSOE y el próximo del PP.
Si las ofertas tampoco resultan interesantes para el Banco de España, el supervisor podría estudiar la opción de liquidar y trocear la caja, intervenida a finales de julio, un proceso que hasta ahora ha rechazado. En este sentido, CaixaBank sí ha mostrado su interés en negociar la compra de determinados activos de la CAM.
Grandes garantías para el comprador
En las últimas semanas, los potenciales compradores estudiaron las cuentas de la CAM en profundidad para decidir si debían participar en la subasta de la caja alicantina, con una morosidad cercana al 21% y que perdió 1.731 millones hasta septiembre.
A pesar de estos datos, la mayoría valoraba su fuerte presencia en la Comunidad Valenciana y Murcia, la fidelidad de sus clientes y sobre todo las generosas garantías que aportaría el Estado para llevar a buen término la operación, informa Efe.
Por una parte, el comprador se beneficiaría de un esquema de protección de activos (epa) que, una vez agotados los 4.000 millones en provisiones, cubre el 80% de las pérdidas que se generen en una cartera de activos superior a los 20.000 millones de euros, más que todo el riesgo promotor y constructor de la CAM, recuerda la misma agencia.
La caja, víctima del estallido de la burbuja inmobiliaria en España y de una deficiente gestión, afronta importantes vencimientos de deuda en los próximos meses. Eso, unido al riesgo de engullir el negocio de la que fue la cuarta caja de España, en un momento de mayores exigencias de capital a la banca, explicarían la falta de interés de los potenciales compradores.
Ante la improbable apuesta del próximo gobierno por una banca pública, la posibilidad de que haya pronto otras subastas también puede pesar: ahora, el Estado controla tres grupos creados por la fusión de cajas (NovaGalicia, CatalunyaCaixa y Unnim), además del recién intervenido Banco de Valencia.
Mientras se decide quién tomará de nuevo las riendas de la caja, sus cuotas participativas, valores similares a las acciones, ha caído este jueves un 8,77 %, hasta 1,04 euros por título.