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Sienna Miller y la autora de 'Harry Potter', "paranoicas" por los pinchazos telefónicos

  • La actriz pensó que su familia vendia detalles de su vida privada
  • J.K. Rowling confiesa que se mudó de casa por el acoso de los paparazzi

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Famosos británicos como la multimillonaria escritora JK Rowling o la actriz Sienna Miller han denunciado este jueves el acoso que han sufrido por parte de la prensa, a la que han acusado de invadir la intimidad de sus hijos o pinchar teléfonos para obtener exclusivas.

En una declaración ante la comisión que investiga la ética periodística en el Reino Unido, ambas confesaron haberse sentido "paranoicas" en ciertos momentos por la constante intromisión de periodistas y fotógrafos en su vida privada.

Rowling, que ha vendido 450 millones de copias de sus libros de Harry Potter, ha explicado cómo el acoso de los "paparazzi" la obligó a cambiarse de casa en Escocia y a abandonar la que se había comprado con el dinero de su primera novela sobre el joven mago.

También ha confesado que se sintió "invadida" cuando una vez encontró una carta escrita por un reportero en la cartera del colegio de su hija mayor, cuando tenía solo cinco años, y ha revelado que ha tomado medidas contra la prensa al menos en 50 ocasiones.

Al detallar su batalla contra los periodistas, en general para proteger a sus tres hijos, Rowling ha diferenciado entre un periodismo "heroico" que informa de guerras y hambrunas y otro que es "ilegal e intrusivo".

"A veces me pregunto por qué se les da el mismo nombre", ha observado la autora.

Siena Miller sospechó de sus familiares

La comisión presidida por el juez Brian Leveson, que en una primera fase examina los estándares éticos del periodismo británico y la eficacia de sus reguladores, se constituyó a raíz del escándalo de las escuchas ilegales practicadas a personalidades públicas por empleados del ya desaparecido News of the world para obtener exclusivas.

Por su parte, la actriz Sienna Miller ha admitido que llegó a acusar a su familia de vender detalles de su vida a la prensa después de que el dominical publicara información confidencial.

En su declaración, la actriz, famosa por su actuación en la película Alfie junto al actor británico y expareja Jude Law, ha detallado que la filtración sobre su vida le causó un gran malestar y llegó a pensar que algunos amigos la estaban traicionando.

Incluso cambió hasta tres veces el número de su teléfono en solo tres meses al ver que los detalles de su vida privada aparecían publicados en la prensa.

Pruebas evidentes

Miller estaba "bastante convencida" de que, después de cambiar de número de teléfono, las filtraciones no podían ser resultado de unas escuchas ilegales y acusó de ello a su familia y amigos.

"Soy afortunada, tengo un grupo muy bueno de amigos y una familia que me respalda mucho, y hasta el día de hoy nadie ha vendido una historia sobre mí", ha agregado.

"Pero era sorprendente que cierta información continuara filtrándose y la primera medida que tomé fue cambiar el número de móvil. Y después lo cambié una y otra vez, y terminé cambiándolo tres veces en tres meses", ha explicado.

Miller aceptó este año, en un acuerdo extrajudicial, ser indemnizada con cerca de 116.000 euros por el News of the world, que admitió en su día haber intervenido ilegalmente los mensajes de voz de su teléfono móvil.

La actriz, que había demandado a la publicación ante el Tribunal Superior de Londres, aceptó finalmente abandonar el litigio y cobrar esa compensación por daños y perjuicios, que estuvo acompañada de otra cantidad para cubrir los costes judiciales.

Constancia en la investigación

Esta semana también declararon el actor británico Hugh Grant y Gerry y Kate McCann, padres de la niña Madeleine McCann desaparecida en el Algarve, Portugal, en mayo de 2007.

En 2006 se hizo público el espionaje periodístico pero la investigación fue cerrada después por la policía, aunque las fuerzas del orden empezaron una nueva pesquisa el pasado enero.

El escándalo se agravó el pasado verano al revelarse que se pincharon teléfonos de familiares de víctimas de crímenes, terrorismo y de soldados caídos en combate.

La Policía Metropolitana de Londres investiga actualmente el caso de los pinchazos ilegales del News of the World, que fue clausurado el pasado julio a raíz del escándalo.