Los islamistas expulsan de partes de Somalia a las agencias de la ONU y a varias ONGs
- Al Shabab amenaza con prohibir al resto de organizaciones
- Controlan zonas del centro y el sur del país azotadas por la hambruna
Los insurgentes islamistas de Al Shabab han ordenado el cierre de dieciséis ONGs y de las agencias humanitarias de la ONU en la zona del país que controlan y han amenazado con prohibir cualquier otra organización que no respete sus reglas, en una medida que puede volver a empeorar la ya grave situación humanitaria en el Cuerno de África.
"Toda organización activamente comprometida en actividades consideradas perjudiciales para la puesta en marcha de un estado islámico o que realicen actividades distintas a las que dicen oficialmente desarrollar serán inmediatamente prohibidas y sin aviso", han advertido los islamistas en un comunicado.
Seis agencias de la ONU han sido vetadas: el Alto Comisariado para los Refugiados (ACNUR), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Fondo para la Población (UNFPA), la Oficina para los Servicios de Apoyo a Proyectos UNOPS) y el Centro de Analisis para la Seguridad Alimentaria (FSNAU).
Por su parte, entre las ONG prohibidas están Acción contra el Hambre, el Consejo de los Refugiados Nrouego y el Consejo de los Refugiados de Dinamarca,
El responsable de comunicaciones de la OMS en Somalia, Pieter Desloovere, ha confirmado que las sedes de la organización y de UNICEF en las ciudades de Baidoa y Wajid han sido atacadas este lunes.
Testigos y una fuente de seguridad regional había presentado anteriormente redadas coordinadas este lunes contra las oficinas de organizaciones humanitarias internacionales en varias ciudades del centro y sur de Somalia, controlados por Al Shebab.
Alerta humanitaria
Los residentes han detallado que algunas organizaciones no gubernamentales como Médicos Sin Fronteras (MSF) y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) se han salvado por ahora, algo que han confirmado los islamistas en su comunicado.
Los insurgentes ya forzaron a marcharse en 2009 a la mayoría de las organizaciones no gubernamentales extranjeras y organismos de la ONU tras acusarles de tener fines políticos o desestabilizar el mercado local de agricultores.
Aquellas ONG que se quedaron estuvieron sujetas a estrictos controles y restricciones que, según los activistas humanitarios, dañaron la prestación de una ayuda crítica para cientos de miles de víctimas de la crisis alimentaria.
Somalia, en guerra civil desde hace 20 años, ha sido el país más afectado por la reciente sequía en el Cuerno de África. Según la ONU, tres regiones del sur aún se encuentran en un estado de hambruna y cerca de 250.000 personas pueden morir de hambre.