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El precio de las casas y el sueldo hacen que solo el 45% de los menores de 35 pueda emanciparse

  • Necesitan más de la mitad de su sueldo para afrontar una hipoteca
  • Los jóvenes cobran un 78,1% menos de lo que deberían para comprar
  • El Consejo de la Juventud reclama medidas para mejorar las expectativas

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Los menores de 35 años españoles necesitan dedicar más de la mitad de su sueldo neto (53,5%) para comprar una vivienda, lo que explica en parte que solo cuatro de cada diez esté en condiciones de emanciparse en estos momentos, según el último 'Observatorio Joven de la Vivienda' que elabora el Consejo de la Juventud de España (CJE).

El trabajo revela también la diferencia entre los ingresos reales y los mínimos necesarios para comprar una casa: Los jóvenes cobran un 78,1% menos de lo que deberían para poder convertirse en propietarios sin sobrepasar el umbral máximo de endeudamiento aceptado por las entidades financieras del 30%.

Asimismo, la superficie máxima a la que puede aspirar un joven que se anima a comprar una casa es de 56,1 metros cuadrados. Si se decanta por el alquiler, no podrá acceder a una vivienda de más de 44,5 metros cuadrados.

Por provincias, los jóvenes que más parte de su sueldo neto deben dedicar a la compra de una vivienda son los de Vizcaya (el 71,6% de sus ingresos), seguidos de guipuzocanos (70,9%), barceloneses (67,9%), baleares (65,1%), madrileños (62,6%), cántabros (58,2%) y málagueños (57,8%).

Pide ley que garantice el acceso a una vivienda digna

Ante estos datos, el CJE pide al futuro Gobierno del PP una ley que garantice el acceso a una vivienda digna y adecuada de titularidad pública, cuyo coste no supere el 30% de los ingresos netos anuales, lo que supondría cobrar en torno a los 28.000 euros anuales.

Asimismo, demanda un parque público de vivienda en alquiler, con un coste que no supere el 10% de los ingresos anuales por persona, la movilización de suelo público para la construcción de vivienda pública o una mayor protección para los inquilinos mediante la reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).