Copian un violín Stradivarius gracias a los rayos X
- Son instrumentos únicos y solo existen unos 650 en todo el mundo
- Científicos han reproducido uno usando la tomografía computerizada
Son violines únicos y solo existen unos 650 en todo el mundo, pero un equipo de expertos ha logrado crear una reproducción de un violín Stradivarius de 1704 utilizando un escáner de rayos X como el que normalmente se utiliza para detectar tumores y lesiones.
El equipo de investigadores estadounidenses usaron la tomografía computerizada (TC) en este instrumento de más de 300 años para revelar sus secretos. "La TC ofrece un método único, no invasivo, de la imagen de un objeto histórico", afirma Steven Sirr, radiólogo en FirstLight Medical Systems en Minnesota (Estados Unidos), "combinada con maquinaria asistida por ordenador, también ofrece la oportunidad de crear una reproducción con un alto grado de precisión".
Antonio Stradivari, un italiano que vivió de 1644 a 1737, es considerado como el mejor artesano de la historia del violín. De los aproximadamente 1.000 violines que Stradivari hizo, se conservan unos 650 y son muy apreciados por su calidad de sonido única.
Hay muchas teorías pero ninguna explicación simple para la superioridad de los Stradivarius; muchos factores influyen en el sonido de un violín, desde las cualidades de la madera para dar forma al instrumento hasta el grado de arco y el espesor de la misma.
“Objetivos: comprender cómo funciona y acercar su sonido a quien no se lo puede pagar“
Para crear un violín con las mismas características que el instrumento de 1704 el doctor Sirr trabajó con los fabricantes de violines profesionales John Waddle y Steve Rossow. "Teníamos dos objetivos: comprender cómo funciona y hacer reproducciones de los violines más preciados del mundo para los músicos jóvenes que no pueden pagar un original", afirma Sirr.
El violín original, perteneciente a la Biblioteca del Congreso de EE.UU., fue escaneado y se tomaron más de 1.000 imágenes bajo los rayos X. Después se convirtieron en un formato de archivo para ser leidos por un ordenador en tres dimensiones. Los datos extraídos sirvieron para tallar las piezas de madera cuidadosamente escogidas que fueron luego ensambladas por los dos artesanos expertos en violines y barnizadas a mano.
El resultado: "copias sorprendentemente similares a los originales en su calidad de sonido", afirma el doctor Sirr.
Cicatrices al descubierto
El responsable de la investigación, violinista aficionado, escaneó por primera vez un violín mediante TC por curiosidad. "Creía que el instrumento no era más que una cáscara de madera que rodea el aire", dijo. "Estaba totalmente equivocado. Había un montón de anatomía interior en el violín".
Después de haber compartido esas primeras imágenes de la TC con Waddle en 1989, los dos pasaron años de exploración de más de 100 violines, entre ellos 29 valiosos instrumentos anteriores a 1827 y otros instrumentos de cuerda para entender mejor su composición.
"Al igual que los seres humanos, hay un amplio rango de variación normal entre los violines", dijo Sirr. "Cuando usted está buscando en un instrumento de cientos de años de edad, verá los agujeros de gusanos y las grietas que han sido reparadas, así como los daños causados por la exposición a todo tipo de condiciones, de las inundaciones a las guerras".
Para los propietarios de los violines Stradivarius y otros preciados instrumentos, la TC no sólo proporciona una forma definitiva de identificación, también ayuda a establecer un árbol genealógico que pueden aumentar el valor de su inversión. "La TC es útil para medir la densidad de la madera, el tamaño y forma, grosor y graduación de las medidas de volumen," dijo Sirr. "También proporciona un análisis detallado de los daños y la reparación".
"Creemos que este proceso de recreación de los instrumentos de cuerda antiguos y valiosos puede tener una profunda influencia en los músicos de cuerda actuales", concluye Sirr.