Gusanos 'astronautas' que se reproducen en el espacio, claves para colonizar otros planetas
- Investigan a 4.000 gusanos que viajaron a la ISS en el Discovery
- Crecieron y se reprodujeron en el espacio, sobreviviendo a la ingravidez
- Esta especie es genéticamente muy similar a los humanos
Durante las diferentes misiones de la NASA, miles y miles de gusanos han viajado al espacio. Estos animales son usados para estudiar las consecuencias de la ingravidez en los seres humanos porque biológicamente son muy parecidos a nosotros. Los investigadores han observado su comportamiento, viendo que los Caenorhabditis elegans han sido capaces de sobrevivir e incluso reproducirse en el espacio.
El equipo de científicos británicos que ha dirigido la investigación cree que estos gusanos microscópicos (miden en torno a un milímetro de longitud) pueden ser la clave para ayudarnos a colonizar otros planetas como Marte.
Los investigadores, dirigidos por Nathaniel Szewczyk de la Universidad de Notthingham, enviaron al espacio a 4.000 de estos gusanos C. elegans, a bordo del transbordador espacial Discovery, y estudió su comportamiento.
“Si la Humanidad quiere evitar la extinción tiene que colonizar otros planetas“
Muchos expertos creen que la supervivencia de la Humanidad depende de que sea capaz de colonizar otros planetas. "Si bien esto suena a ciencia ficción, es un hecho que si la Humanidad quiere evitar la extinción tenemos que encontrar formas de vivir en otros planetas", afirma Szewczyk en un comunicado sobre su investigación.
Pero existen problemas importantes asociados con la vida en el espacio a largo plazo, como la exposición a altos niveles de radiación y el deterioro de la masa ósea y muscular.
En un estudio publicado en Interface, una revista de la Royal Society, el equipo de Szewczyk revela que en el espacio los gusanos crecían desde el huevo hasta la edad adulta y se reproducían tal como lo hacen en la Tierra.
Esto los convierte en una forma experimental ideal y rentable para estudiar los posibles efectos en los seres humanos de la exploración espacial a largo plazo, según los expertos.
Los investigadores observaron el comportamiento de 12 generaciones de C. elegans en condiciones de ingravidez en la Estación Espacial Internacional.
"Aunque parezca sorprendente, muchos de los cambios biológicos que ocurren durante los vuelos espaciales en los astronautas afectan a los gusanos y de la misma manera", explica Szewczyk.
"Hemos sido capaces de demostrar que los gusanos pueden crecer y reproducirse en el espacio durante el tiempo suficiente para llegar a otro planeta y que a distancia se puede controlar su salud", añade el experto.
“Muchos de los genes de este gusano tienen las mismas funciones que los humanos“
C. elegans fue el primer organismo multicelular cuya estructura genética fue secuenciada completamente. Estos microgusanos comparten hasta el 80% de los genes con los humanos.
Por eso son el sustituto perfecto para el estudio en los cambios de la fisiología humana. Ahora el objetivo es estudiar como prevenir el desgaste muscular que los astronautas sufren en sus prolongadas estancias fuera de la Tierra.
Animales en el espacio
- En 1948 EE.UU. lanza al primer mono astronauta, Albert que realiza su primer viaje suborbital. Alcanzó la altura de 63 km a bordo de un cohete V2, pero murió sofocado durante el vuelo. Le siguieron Albert II, III y VI, pero todos murieron al estrellarse su cohete. Durante la década de los 50 y 60 numerosos monos fueron enviados al espacio.
- En 1957 La URSS lanza el Sputnik 2 con la perra Laika a bordo, el primer ser vivo en órbita. Murió a las pocas horas, algo que no se hizo público hasta 2002.
- En 1960 volaron a bordo del Sputnik-5 de las perras Belka y Strelka, que en esta ocasión regresaron sanas y salvas a la Tierra tras dar 17 vueltas alrededor de nuestro planeta. Les acompañaron 40 ratones, ratas y algunas plantas.
- A la ISS han viajado gusanos, arañas, hormigas, mariposas... Rusia tiene previsto reanudar en 2012 el lanzamiento de satélites con organismos biológicos en los que vivirán ratones, lagartijas o caracoles.