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La soprano Eva-Maria Westbroek será en el Real "Lady Macbeth de Mtsensk" de Shostakovich

  • Tras interpretar a la estrella porno Anna Nicole Smith, en Londres
  • Harmut Haenchen firma la dirección musical y Martin Kusej la escénica
  • Desde el sábado 3 en el Teatro Real

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LA "EXTRAORDINARIA" WESTBROEK SERÁ EN EL REAL "LADY MACBETH DE MTSENSK"
Imagen cedida por el Teatro Real de un ensayo, hoy en Madrid, de la ópera "Lady Macbeth de Mtsensk", que se estrenará en el Teatro Real el próximo sábado, interpretada por la soprano Eva-Maria Westbroek.

Para interpretar el torbellino "trágico satírico" que es uno de los grandes pilares musicales del siglo XX, Lady Macbeth de Mtsensk, de Shostakovich, se necesitaría a Liz Taylor pero el Real se tendrá que "conformar" con "otra fantástica que sí canta", la "extraordinaria" soprano Eva-Maria Westbroek.

El coliseo madrileño estrenará este sábado 3, esta producción procedente de la Nederlandse Opera de Ámsterdam, con el mismo elenco protagonista, la dirección musical de Hartmut Haenchen y la de escena de Martin Kusej, ha detallado hoy en rueda de prensa el intendente del Real, Gerard Mortier.

Historia coral de una "malcasada"

Esta historia coral de una "mal casada", de una "hermosa, enérgica y talentosa mujer" que mata y muere en "la mórbida y opresiva Rusia feudal", según descripción del propio compositor, "no es escandalosa en absoluto aunque siempre hay una parte del público que se escandaliza", ha admitido el director del teatro, Miguel Muñiz.

"No veo ninguna escena escabrosa en esta obra, pero sí en la calle cada día. Es fuerte matar a tres personas, no es nada amable, está claro. Serguei y Katerina -los protagonistas- hacen el amor y después matan al marido, pero eso no es escabroso, es como se hacen estas cosas", ha apostillado bromeando Mortier.

El director artístico del Real ha recordado que fue el violonchelista Mstislav Rostropovich quien "descubrió" a Occidente esta ópera, condenada al ostracismo durante más de 30 años porque a Stalin no le hizo gracia cuando fue a verla "ni la música ni la letra" -es "formalista" y de un "grosero naturalismo", decía el Pravda al dictado-.

Shostakovich, ha dicho Mortier, tuvo "el coraje" de atacar la Rusia rural y la violencia contra la mujer, y eso le costó el temor reverencial a las represalias del régimen que le acompañó hasta su muerte.

Esta ópera es "muy dura, habla del sufrimiento de la mujer y de la violencia machista. Te coge por la garganta y sales de verla diferente", ha asegurado Mortier.

Partitura enorme que exige enorme esfuerzo

Es una "partitura enorme" que exige "un gran director de orquesta", por eso está "muy contento" de contar con Hartmut Haenchen, que debuta en Madrid, y particularmente satisfecho "del enorme esfuerzo del coro", "el mejor" con el que ha trabajado en toda su vida.

Westbroek, que consiguió un gran éxito este año en el Covent Garden con su interpretación del papel de la sex symbol americana Anna Nicole Smith en "Anna Nicole", "es la gran nueva cantante para los grandes papeles" y su interpretación, ha afirmado Mortier, "será un debut extraordinario".

"La primera vez que hice el papel me sentí sobrepasada por todo ese mundo ruso, porque es súper intenso todo el tiempo. Me parece increíble que Shostakovich escribiera algo así tan joven -28 años-, analizando de esa forma la psicología de una mujer", ha dicho la holandesa (1970) que ha definido a la protagonista de esta ópera como "una mujer que busca desesperadamente el amor, que es lo que la mete en el horror"

Hartmut Haenchen (director musical), ha recordado que Shostakovich (1906-1975), con el que se reunió en dos ocasiones, fue siempre un artista en lucha por expresarse en el régimen comunista y no sucumbir ante él, dando siempre al público la posibilidad de leer entre líneas.

Esta partitura, ha añadido, es la de "mayor volumen" de la historia, ha dicho Haenchen. Por eso es "todo un arte" cómo hacia el final va reduciendo y conteniéndola "casi hasta la nada" para que sólo se oigan las "voces" de la orquesta y la de la soprano, que cierran con un aria "muy emotiva y preciosista" en una composición que a veces es como "un orgasmo musical".