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Los Teatros del Canal presentan un 'Macbeth' en 3D, de la mano de Helena Pimenta

  • La escenografía mezcla imágenes ficticias en 3D con interpretación teatral
  • El montaje cuenta con la participación del Coro de Voces Graves de Madrid
  • Helena Pimenta dirige la Compañía Nacional de Teatro Clásico

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La violencia invade el mundo de Macbeth
La violencia invade el mundo de Macbeth

La obra de Shakespeare, poliédrica y excepcional, tiene múltiples interpretaciones, y eso es una de las características que “solo se pueden permitir los grandes como Bach, Tiziano, o Velázquez”.

Son conclusiones sobre las aristas de la obra del genio inglés de Albert Boadella, director artístico de los Teatros del Canal, acerca de la última versión de Macbeth que llega al teatro madrileño ( Desde el 30 de noviembre hasta el 18 de diciembre) de la mano de Helena Pimenta, directora artística de Ur Teatro.

Reinterpretar a los clásicos, desde una perspectiva personal, es precisamente lo que Pimenta, flamante nueva responsable de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, realiza desde 1987 y con notable éxito a la cabeza de su compañía.

Los desafíos de 'Macbeth'

Acostumbrados a innovar desde “la sinceridad” y siempre buscando que el espectador comprenda lo que está viendo sobre las tablas, esta nueva vuelta de tuerca del clásico sigue esta premisa.

Incorpora como principal novedad el uso de escenografía 3D en la representación del mundo “sobrenatural de este héroe que acaba convertido en villano”.

“Ese mundo lo teníamos que plasmar como un juego a través del video que se convierte en escenografía humana, pictórica y dramática”, explica Helena Pimenta, que añade que en las imágenes se mezclan elementos medievales con estéticas de varios periodos, a través de la técnica del “telemapping”.

Yo por primera vez en 'Macbeth' he entendido la historia de las brujas (Albert Boadella)

Helena ha conseguido romper con cierta rutina detrás de la obra de Shakespeare, y esto añade siempre una nueva característica”, apostilla Albert Boadella. “Yo por primera vez en Macbeth he entendido la historia de las brujas”, señala con entusiasmo.

Los momentos álgidos del texto se apoyan de forma rotunda en la música; la ópera de Verdi, Macbeth, interpretada por el Coro de Voces Graves de Madrid, compuesto por 42 cantantes masculinos, representa el papel de “coro griego” que anuncia la tragedia en un plano moral.

Apuesta por el teatro de calidad

Helena Pimenta reconoce el vértigo de su nuevo cargo,“Me siento rara. Macbeth es el primer espectáculo que he dirigido antes del nombramiento. Es la primera vez que lo presento dando un pasito atrás (…) además ahora que estoy en lo público, me estoy dando cuenta de lo difícil que lo tienen las compañías privadas para sacar las cosas adelante”, relata.

Desde Ur recuerdan que levantar el montaje costó más de un año, y su producción llegó en un punto de inflexión para el grupo: “Nos planteamos si parar o continuar agarrándonos a nuestras ideas porque no queríamos hacer trabajos comerciales. Decidimos ir a por todas con un texto además muy arriesgado, a pesar de que el número de actuaciones por la crisis ha bajado mucho”, rememoran.

Fruto de esta apuesta llega este Macbeth interpretado por José Tomé y con Pepa Pedroche en el papel de Lady Macbeth, que impulsa una nueva mirada sobre el ascenso y caída, marcado por la ambición desmedida, que caracteriza al mítico personaje.

Nos planteamos si parar o continuar agarrándonos a nuestras ideas

El trasfondo de la lucha por la vida es precisamente el leit motiv que ha llevado al responsable del vestuario, Alejandro Andújar, a inspirarse en los atuendos de la Primera Guerra Mundial, con soldados, bayonetas y máscaras de gas presidiendo un escenario de pesadilla futura.

Estamos ante un Macbeth insólito y bello, lo cual es difícil por su propia violencia que remite a reminiscencias “gore”, anuncia el director artístico de los Teatros del Canal. Boadella alaba el buen hacer de “la Pimenta”: “Helena es una figura clave de la escena contemporánea (…) Una ‘constructora’ del teatro que ha sabido mantener el espíritu de Ur a pesar de todo”, concluye.