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Di Rupo prepara el nuevo Gobierno belga mientras los seis partidos repasan el acuerdo

  • Estaría liderado por el socialista francófono Elio Di Rupo
  • La distribución de carteras se hará el fin de semana

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El próximo primer ministro belga, Elio Di Rupo, se centra este jueves en preparar la composición de su Gobierno, mientras los seis partidos que integrarán la coalición repasan el texto del acuerdo concluido la pasada noche, que permite cerrar la crisis política más larga de un país democrático.

"Hay un acuerdo global sobre la reforma del Estado, la socioeconómica y el programa del Gobierno", precisaron fuentes próximas a la organización esta madrugada. 

Di Rupo, líder de los socialistas francófonos, afronta la complicada tarea de definir cuántos ministros tendrá el Ejecutivo y cómo repartirlos de forma equilibrada entre las seis formaciones (socialistas, liberales y democristianos de las dos grandes comunidades del país, flamencos y francófonos).

Los partidos flamencos, cuya comunidad es mayoritaria, ya han dicho  claramente que no verían con buenos ojos que hubiera más ministros de la  minoría francófona que de la mayoría flamenca en el Gobierno.

En principio, Bélgica debería tener un Gobierno en funciones el próximo miércoles 7, exactamente 590 días después de la caída del actual Ejecutivo en funciones y 542 días tras las elecciones de junio de 2010, cifras que han otorgado al país sendos récords.

Huelga general

Representantes de los seis partidos van a proceder este juves a la relectura en francés y neerlandés del acuerdo, que totaliza 185 páginas, a fin de asegurar que no haya imprecisiones o errores.

Durante el sábado y el domingo, las seis formaciones celebrarán congresos especiales para lograr el respaldo de sus bases al pacto, aunque todas ellas dan por hecho que no habrá problemas.

El lunes está previsto que Di Rupo presente su programa a la Cámara de Diputados, que realizará el debate el martes y celebrará la votación el miércoles.

De esta forma, el miércoles sería la toma de posesión del Gobierno, y Di Rupo podrá participar en la cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea que se celebrará en Bruselas el jueves y viernes próximos.

Sin embargo, el Gobierno aún no constituido afrontará este viernes una prueba de fuego: la convocatoria de una huelga general por parte de los principales sindicatos del país -con una gran manifestación en Bruselas- en protesta contra las medidas de austeridad incluidas en el presupuesto para 2012.

Ese presupuesto, que incluía medidas de ajuste y algunos aumentos de impuestos, se logró el pasado sábado tras toda una noche de negociaciones después de que la agencia de calificación Standard & Poors rebajara en la tarde del viernes su nota sobre la deuda belga.

Sin gobierno completo desde abril de 2010

La crisis política belga comenzó en abril de 2010, cuando la coalición se rompió debido a las divergencias sobre el distrito electoral judicial Bruselas-Halle-Vilvoorde (BHV), que agrupa a Bruselas --oficialmente bilingüe, pero con abrumadora mayoría francófona-- y los municipios flamencos de su periferia --con una importante minoría francófona--.

Las elecciones de junio de 2010 no solucionaron la cuestión, ya que el ganador fue el partido nacionalista flamenco N-VA, partidario de una transición soberanista progresiva hacia la independencia de Flandes.

Sin embargo, el N-VA y su líder, el polémico Bart de Wever, supusieron un obstáculo en las negociaciones de todo tipo que se intentaron durante un año.

Finalmente, el rey Alberto II encargó en julio a Di Rupo formar Gobierno y los seis partidos citados, más los ecologistas de ambas comunidades, emprendieron en septiembre una negociación a fondo que ha ido consiguiendo acuerdos de forma sistemática, primero sobre el distrito BHV, y luego sobre el aumento de las competencias y la financiación de las regiones.

El principal obstáculo en las negociaciones se había levantado el sábado con un acuerdo sobre el presupuesto federal para los próximos tres años para equilibrar el presupuesto en el año 2015.

Hasta ahora las negociaciones habían fracasado por diferencias sobre el ahorro que debe hacerse entre las seis partes (tres flamencos, tres valones) de derecha, centro e izquierda, llamados a formar una coalición.

Elio Di Rupo, de 60 años, debe convertirse en el primer jefe de gobierno francés de Bélgica desde hace más de tres décadas y el primer socialista en el cargo desde 1974.