Los líderes de la UE comienzan una cumbre clave para salvar al euro de la crisis de deuda
- Persisten las diferencias sobre el papel del BCE
- Van Rompuy ha propuesto adelantar el fondo de rescates a 2012
- Merkel y Sarkozy quieren reformar los tratados para vigilar la disciplina fiscal
Los jefes de Estado y de gobierno de los 27 países miembros de la Unión Europea se encuentran reunidos en Bruselas desde este jueves en una cita clave para salvar al euro de los efectos de la crisis de deuda. Tres años después del comienzo de la crisis financiera, desatada tras la quiebra del banco de inversiones Lehman Brothers en Estados Unidos y agravada en Europa con los rescates financieros de Grecia, Irlanda y Portugal, la presión de los mercados sigue siendo preocupante.
Los jefes de Estado y Gobierno de la UE mantienen esta noche una cena informal, previa a las discusiones formales de mañana, aunque se prevé que ya aborden a fondo las propuestas planteadas, entre las que hay bastantes divergencias entre las ideas de Alemania y Francia y las del presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
La cumbre busca un nuevo pacto para consagrar la disciplina fiscal en los tratados comunitarios, así como medidas financieras inmediatas para poner fin a la crisis, si bien con importantes diferencias entre las recetas planteadas.
La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, no se habían sumado todavía a los demás dirigentes cuando empezaba la cena, según fuentes diplomáticas.
Propuesta de España
El presidente del Gobierno español en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, ha hablado con su sucesor en el cargo, Mariano Rajoy, nada más llegar a Bruselas para coordinar con él la posición de España en la decisiva cumbre europea que se celebra en la capital belga. Según han informado fuentes del Gobierno, Zapatero y Rajoy, han conversado sobre los diferentes documentos que se barajan para reforzar la disciplina fiscal en la eurozona.
Fuentes del PP han explicado desde Marsella que Rajoy ha pedido a Zapatero que defienda que España sea uno de los países que, junto a Alemania, Francia e Italia, puedan bloquear en un momento dado una decisión del Mecanismo Europeo de Estabilidad, el fondo permanente de rescate que empezaría a funcionar en 2012.
Francia y Alemania proponen que las decisiones en ese fondo se tomen por una "super mayoría" del 85% -en función de las aportaciones de cada país al Banco Central Europeo- y Rajoy quiere elevar ese porcentaje al 90 para que España, que tiene una cuota en el BCE del 11,9%, pueda también bloquear las iniciativas.
Rajoy ha tenido ocasión de comentar a Zapatero el contenido de las reuniones que ha mantenido con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
Disciplina fiscal
La cumbre busca un nuevo pacto para consagrar la disciplina fiscal en los tratados comunitarios, así como medidas financieras inmediatas para poner fin a la crisis, si bien con importantes diferencias entre las recetas planteadas.
Merkel, ha insistido a su llegada en pedir "más compromiso" con la disciplina presupuestaria como requisito para recuperar la credibilidad de la moneda única.
"El euro sólo podrá recuperar su credibilidad si cambiamos los tratados de tal manera que avancemos hacia una unión de estabilidad y espero que lo lograremos" en la cumbre, ha afirmado.
Sarkozy, quien junto con Merkel ha formado un frente centrado en la disciplina presupuestaria y el respeto al Pacto de Estabilidad y Crecimiento, no hizo declaraciones a su llegada, pero marcó el tono de la cita con su intervención ante el Congreso del Partido Popular Europeo de Marsella.
Sarkozy ha advertido de que, si mañana no hay acuerdo en este Consejo Europeo, "no habrá una segunda oportunidad", y recalcó que "nunca el riesgo de explosión ha sido tan grande", por lo que "Europa se enfrenta a una situación extremadamente peligrosa".
Modificación de tratados
La cena de esta noche tiene lugar después de una reunión previa del llamado "Grupo de Fráncfort" (formado por Van Rompuy, Merkel, Sarkozy, y los presidentes del Banco Central Europeo, Mario Draghi; la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y el Eurogrupo, Jean Claude Juncker, así como la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde).
Esa cita previa se ha programado para intentar acercar posturas ante las importantes diferencias entre las propuestas que ha hecho Van Rompuy para esta cumbre y las ideas planteadas de forma conjunta por Merkel y Sarkozy.
Algunas de las principales diferencias se refieren a los mecanismos usados para consagrar en los tratados comunitarios la disciplina presupuestaria y la supervisión comunitaria de las cuentas nacionales; así como en el visceral rechazo franco-alemán a los eurobonos.
Van Rompuy propone una solución mixta y paralela de reforma de textos: un cambio de un protocolo a corto plazo y una modificación de los tratados a largo plazo, mientras que Alemania sólo quiere esta segunda opción.
Los primeros ministros de Suecia, Fredrik Reinfeldt, y Finlandia, Jyrki Katainen, descartaron apoyar una reforma de los tratados, ya que consideran que tomará demasiado tiempo y no solucionará los problemas económicos a corto plazo.
La jefa del Gobierno danés, Helle Thorning-Schmidt, se ha mostrado más flexible, al decir que "si los países del euro ven que introducir cambios en el Tratado es parte de la solución, estamos dispuestos a respaldar esos cambios en el Tratado".
Diferencias sobre el fondo de rescates
En cuanto a las medidas inmediatas, Alemania rechaza las ideas de Van Rompuy de dar una dotación mayor al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE, el fondo permanente de rescate) y de darle una licencia bancaria, algo que sí apoya Francia.
Van Rompuy propone que el MEDE pueda recapitalizar directamente la banca y tener la naturaleza de una institución de crédito, lo que le daría acceso a los recursos del BCE, además de tener una capacidad de préstamo por encima de los 500.000 millones de euros establecidos.
Berlín y París pretenden adelantar un año el MEDE y, al igual que Van Rompuy, eliminar el error cometido por Alemania cuando convenció a Francia hace un año para implicar a los acreedores privados de deuda en una potencial quita de bonos.
Juncker, presidente del Eurogrupo y también primer ministro de Luxemburgo, afirmó al llegar a la reunión que no le disgusta la idea de otorgar una licencia bancaria al fondo de rescate.
El primer ministro británico, David Cameron, insistió en buscar una solución a la crisis del euro que proteja "los intereses del Reino Unido", en referencia al distrito financiero de Londres, que supone cerca del 10 % del PIB del Reino Unido.