Los controladores presentan una querella criminal contra la cúpula de Aena
- Unos 1.300 controladores han presentado querellas individuales
- Insisten en que fueron Aena y Fomento los que cerraron el espacio aéreo
Más de 1.300 controladores aéreo, casi la mitad de los cerca de 2.500 pertenecientes a la Unión Sindical de Controladores Aéreos (Usca), han presentado esta semana querellas individuales contra la cúpula directiva de Aena por el cierre del espacio aéreo español en el puente de la Constitución de 2010.
Según el portavoz del sindicato, Javier Zanón, el colectivo ha decidido actuar así en defensa de su "honor" y de los 440 controladores imputados en las distintas causas penales abiertas en los juzgados españoles por aquel suceso.
El abandono masivo de los puestos de trabajo por parte de los controladores en el inicio del puente en 2010 fue considerado como una huelga encubierta, por lo que el Gobierno decidió militarizar el servicio y declarar, por primera vez en la democracia, el estado de alarma.
Zanón ha reiterado que los controladores aéreos nunca abandonaron las torres de control y que los únicos responsables del cierre del espacio aéreo fueron el Ministerio de Fomento y Aena.
El portavoz de Usca ha acusado a sus responsables -entre ellos al actual presidente de Aena, Juan Ignacio Lema,- de "urdir un cierre patronal", lo que muestra la documentación de la que disponen, entre ella, los correos electrónicos que indican que el ministro de Fomento en funciones, José Blanco, y el Gobierno fueron los responsables del cierre del espacio aéreo de hace un año.
Las querellas presentadas esta semana están pendientes de admisión a trámite, ha explicado Zanón, que ha recordado que los juzgados de instrucción de Madrid, Málaga, Santiago de Compostela, Bilbao, Las Palmas de Gran Canarias y Barcelona mantienen distintos procesos penales abiertos contra los controladores.
No obstante, el colectivo está tranquilo con el desarrollo de estas causas, ha señalado el portavoz de Usca, ya que algunos jueces que investigan lo sucedido los días 3 y 4 de diciembre de 2010 creen que Aena podría ser responsable civil subsidiaria de los perjuicios sufridos por los viajeros.