Expectación en el CERN ante el posible anuncio del "avistamiento" del bosón de Higgs
- Este martes se presentarán los nuevos datos obtenidos en el LHC
- Actualizan los resultados sobre el bosón de Higgs, aunque no son concluyentes
Una gran expectación rodea al anuncio que el CERN, la Organización Europea para la Investigación Nuclear, realizará este martes. Los científicos ya han hecho sus apuestas y todo apunta a que tendrá que ver con las primeras señales de la esquiva 'partícula de Dios', el bosón de Higgs.
Es la partícula más codiciada de la Física, esencial para la comprensión de la formación del Universo, pero nunca ha podido ser 'cazada' en un experimento, ni ningún científico la ha observado.
Los experimentos llevados a cabo en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), en Ginebra, tenían como objetivo primordial encontrar a la diminuta partícula. Los nuevos datos prometen arrojar luz sobre la búsqueda del bosón de Higgs, pero no la suficiente como para hacer una declaración concluyente sobre la existencia o no existencia de la partícula.
En el CERN han estado trabajando en la búsqueda del bosón de Higgs dos equipos de forma independiente en los experimentos de los detectores ATLAS y CMS. Ambos presentarán sus resultados mañana y todo apunta a que se anunciará el primer "avistamiento" de la partícula.
Sin embargo, director general del CERN, quien reveló que el seminario daría información actualizada sobre la búsqueda del Higgs, ha afirmado que no existirá ningún anuncio sobre un descubrimiento y que los resultados no serán concluyentes.
“No existe el grado de certeza suficiente para anunciar el descubrimiento“
Para eso tendría que haber un alto grado de certeza -nivel de 5 sigma- por parte de los dos grupos de trabajo. Los resultados no alcanzarían todavía este grado requerido, por lo que se quedarían en una "observación".
El número de desviaciones estándar, o sigmas, es una medida de lo improbable que es que un resultado experimental sea una casualidad.
Según los científicos, habrá que esperar a principios del año que viene para comenzar a sacar conclusiones sobre los datos obtenidos en el CERN.
El bosón fue descrito en 1964 por el físico británico Peter Higgs como el responsable de dar masa a la materia tras el Big Bang, hace 13.700 millones de años, lo que hizo posible la formación de estrellas y planetas, y finalmente, la aparición de la vida.
Pero hasta ahora han fallado los esfuerzos realizados desde la década de 1980 para encontrar la partícula. Primero en el colisionador estadounidense Tevatron y en el antecesor del LHC en el CERN, el LEP, donde se intentó recrear las condiciones del Big Bang para reproducir la partícula.
¿Qué es el bosón de Higgs?
El bosón de Higgs es una partícula hipotética cuya existencia aún no ha podido ser demostrada empíricamente, y que, según los científicos, explicaría porque unas partículas elementales tienen masa y otras, como los fotones, no la tienen.
La confirmación de la existencia del bosón de Higgs sería un gran descubrimiento para la física y confirmaría las teorías del llamado Modelo Estándar de la física de partículas, que fue desarrollado en los años 60 y que explica las interacciones fundamentales entre las partículas elementales.
Si por el contrario no se encontrase esta partícula y se demostrase que no existe el bosón de Higgs, sería necesario replantearse este modelo y abrir nuevas vías de investigación.
El bosón de Higgs es uno de los principales objetivos del LHC, pero no el único. Junto con esta 'partícula divina' el LHC también intenta desentrañar los misterios del Big Bang, determinar si existen más de tres dimensiones en nuestro Universo o comprender las diferencias entre materia y antimateria.
El LHC es un acelerador de partículas de 27 kilómetros de longitud, situado bajo la frontera Franco-suiza. Desde 2009, en su interior los científicos hacen circular partículas a velocidades cercanas a la luz y colisionar entre ellas para obtener datos.