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Un hombre mata a cuatro personas y hiere a más de 120 antes de suicidarse en Lieja

  • Entre los fallecidos está el autor del ataque, un bebé, dos adolescentes y una mujer
  • Lanzó los explosivos en una parada de autobús y en el Palacio de Justicia
  • Después, disparó su fusil y acabó con su vida

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Pánico y caos en Lieja, Bélgica

Al menos cinco personas han muerto, entre ellas un bebé, y más de 120 personas han resultado heridas en un ataque en la ciudad belga de Lieja, en el este del país, con armas de fuego y granadas. Después, el autor del ataque disparó su fusil automático antes de suicidarse, según ha explicado un periodista belga que presenció los hechos.

Nicolas Gimenne, de la agencia Belga, ha explicado que salía del Palacio de Justicia de Lieja cuando vio a un hombre de pie sobre una de las terrazas que dominan la céntrica plaza Saint Lambert, con una bolsa a sus pies.

"El hombre extrajo de la bolsa algo, pensaba que era una piedra o un objeto anodino. Ha lanzado algo a una veintena de metros, sobre las paradas de autobús, que ha explotado", ha explicado Gimenne.

El testigo ha narrado que hubo cuatro detonaciones, seguidas de disparos, por lo que parece que el autor del ataque indiscriminado lanzó varias granadas antes de vaciar al menos un cargador de su fusil automático FAL y suicidarse de un disparo en la cabeza, aparentemente con un revolver.

Cuatro víctimas mortales

Además del autor del ataque, los fallecidos son un bebé de 17 meses, que durante horas se ha debatido entre la vida y la muerte, un niño de 15 años, que murió en el lugar del suceso, un adolescente de 17 y una mujer de 75 años, que murieron en el hospital.

Un joven de 20 años está muy grave y según fuentes médicas podría haber muerto, pero las autoridades no han confirmado el fallecimiento.

El alcalde de Lieja, Willy Demeyer, ha subrayado que no se trata de un ataque terrorista y que "el autor habría actuado solo", según informa el diario La Meuse, que, además, precisa que "es un conocido de la justicia, especialmente por asuntos relacionados con las drogas".

El individuo, de 33 años, ha sido identificado como Nordine Amrani y fue condenado en septiembre de 2008 a 58 meses de prisión por asociación delictiva, por posesión de 9.500 piezas de armas y una decena de armas completas, así como 2.800 plantas de cannabis, según han informado fuentes judiciales.

De hecho, Amrani, que fue puesto en libertad antes de cumplir toda la condena, debía comparecer este martes ante una comisaria de Lieja, cita a la que no se presentó.

El incidente se ha producido a mediodía en la principal plaza de la ciudad de Lieja, donde también se encuentra ubicado el Palacio de Justicia y cerca de un concurrido mercado de Navidad.

El primer ministro belga, Elio Di Rupo; la responsable de Interior, Joelle Milquet; y los reyes de Bélgica han llegado a Lieja pocas horas después del suceso.

Milquet se ha declarado "profundamente impresionada por la brutalidad de los hechos", mientras que el alcalde de Lieja, Willy Demeyer, ha expresado su confianza en que se pueda retomar la normalidad poco a poco después de "un acto aislado que ha sembrado la desolación en el corazón de la ciudad.

Ataque con 'kalashnikovs' y explosivos

El hombre lanzó varios artefactos explosivos en una céntrica plaza de la ciudad, abrió fuego contra los viandantes con un fusil kalashnikov y luego se pegó un tiro en la cabeza.

Uno de los artefactos explosivos impactó en la parada de autobús de la céntrica plaza Saint Lambert, cerrada por la policía tras el incidente, y otro en el interior del Palacio de Justicia.

El coche del hombre con antecedentes penales ha sido encontrado en la plaza donde tuvo lugar el ataque, y será inspeccionado por artificieros de la policía belga.

"Había sido convocado a una audiencia en el departamento de policía", ha indicado el fiscal sin precisar el motivo.

Confusión en los primeros momentos

Al inicio, la confusión se apoderó de la ciudad y las informaciones señalaban que varias personas habrían participado en el ataque y se habrían dado a la fuga, un extremo posteriormente desmentido.

Cientos de personas -muchos de ellos estudiantes- se refugiaron durante más de una hora en los comercios y edificios públicos de la zona, mientras la Policía llegaba al lugar de los hechos.

Rápidamente se propagaron rumores sobre la presencia de un segundo pistolero y nuevos tiroteos en calles adyacentes, que provocaron numerosas escenas de pánico en el centro de la ciudad.

Aunque luego esos rumores fueron desmentidos, en un primer momento la Policía acordonó un amplio perímetro de seguridad en el centro de Lieja, una ciudad de unos 200.000 habitantes.

La vecina Holanda también envió equipos para apoyar a los servicios de emergencia belgas.