La ONU asegura que la represión en Siria se ha cobrado ya la vida de 5.000 personas
- Trescientos muertos corresponden a menores
- La alta comisionada de Derechos Humanos pide que el CPI intervenga
- Rusia y China impidieron el pasado marzo que Siria fuera sancionada
El número de muertos por la represión en Siria desde el pasado mes de marzo asciende ya a 5.000, de los que 300 corresponden a menores, según ha explicado la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Navy Pillay, que ha pedido al Consejo de Seguridad del organismo que refiera el asunto sin demora a la Corte Penal Internacional (CPI) y envíe al país árabe una misión de investigación, según han indicado fuentes diplomáticas.
"Ocurren torturas y en los centros de detención hay un elevadísimo número de desplazados y miles de detenidos. Basándome en las pruebas de la naturaleza sistemática y extendida de los asesinatos, las detenciones y los actos de tortura, creo que todos ellos constituyen crímenes contra la humanidad, por lo que he recomendado que se refiera el asunto a la Corte Penal Internacional" ha explicado a la prensa Pillay tras reunirse a puerta cerrada con los miembros del Consejo de Seguridad, informa Efe.
Espantoso informe
Los últimos muertos se han producido este mismo martes, día en el que al menos once personas han muerto por disparos de los seguidores del régimen de Bachar al Asad en varios pueblos de la provincia de Idleb, en el norte de Siria y fronteriza con Turquía, según ha anunciado el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos. El grupo ha precisado que las víctimas fallecieron en las localidades de Marrat al Masrin y el Kafr Yahmul, donde también ha habido 26 heridos.
La alta comisionada vuelve a realizar esta petición a los miembros del máximo órgano internacional de seguridad tras la denuncia realizada el pasado agosto. No obstante, varios diplomáticos occidentales han coincidido en que el informe solicitado a petición de Francia y sus socios en el Consejo es “el más horrible en al menos dos años”.
"Ha sido el informe más espantoso que hemos recibido en el Consejo al menos en dos años. Rinde cuenta de la violación sistemática de los derechos humanos y son las autoridades sirias las responsables de esta situación, ya que ordenan a los soldados matar y torturar", ha comentado el embajador francés ante la ONU, Gérard Araud.
Esta afirmación contrasta con la actitud del Presidente sirio Bachar al Asad, que la semana pasada puso en duda la credibilidad de Naciones Unidas por estos informes desfavorables.
A pesar de que según Pillay “todos los miembros del Consejo ha convenido en que este nivel de violencia ha de detenerse", el embajador francés ante la ONU ha destacado el "escandaloso silencio del Consejo de Seguridad" sobre el asunto sirio "ante la oposición de ciertos miembros", en clara referencia a Rusia y China, que el pasado octubre vetaron una resolución contra Damasco.
Bloqueo de Rusia y China
"El Consejo de Seguridad es el responsable moral de la situación que vive Siria en estos momentos", ha añadido el diplomático galo. El embajador británico ante la ONU, Mark Lyall Grant, ha señalado también la necesidad de acción en el Consejo de Seguridad para detener "los abusos contra la población" del Gobierno del presidente Bachar al Asad "mientras la situación sigue empeorando" sobre el terreno.
En la misma línea se ha pronunciado Susan Rice, la embajadora de EE.UU. ante la ONU. "El informe de Pillay pone de manifiesto la urgencia que presenta el momento actual. No hay duda: los días de Asad en el poder están contados, pero la pregunta es cuántos más sirios deben morir o ser torturados para que Al Asad deje el poder", ha afirmado Rice.
No obstante, la actitud de Rusia se mantiene inmóvil, lejos de adoptar medidas sancionadoras. “Lo que Rusia busca es el diálogo. Desafortunadamente algunos miembros clave de la comunidad internacional y el Consejo de Seguridad desalientan el diálogo dentro de Siria, y entre la Liga Árabe y Siria " ha advertido el embajador ruso ante la ONU, Vitali Tchourkine, según France Presse.
Precisamente la diplomacia Rusia y China en Naciones Unidas se habían opuesto a la comparecencia de la alta comisionada en el Consejo de Seguridad, aunque su intervención finalmente se ha producido.