La condición republicana para renovar los recortes tributarios en EE.UU. desata la ira demócrata
- Los demócratas anuncian que paralizarán la medida en el Senado
- EE.UU. solo tiene 18 días para renovar los recortes de impuestos a la nómina
- Si no hay acuerdo, una familia media en EE.UU. pagará 767 euros más
La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado este martes una prórroga de los recortes de impuestos a la nómina y los subsidios de desempleo pero, al estar sujeto a un plazo para construir el polémico oleoducto Keystone XL -un proyecto que trasladará petróleo desde el occidente de Canadá hasta las costas tejanas del Golfo de México- afronta una muerte segura en el Senado.
Con 234 votos a favor y 193 en contra, la Cámara Baja ha aprobado esta medida republicana que extiende los recortes de impuestos a la nómina por un año y los subsidios de desempleo por otros dos. Una medida necesaria para que la carga fiscal de los trabajadores estadounidenses no suba el próximo 1 de enero del 4,2% al 6,2%. Este aumento significaría para una familia media un aumento promedio de mil dólares adicionales (unos 767 euros).
No obstante los republicanos, que ostentan la mayoría en el Congreso, han ligado la medida a la aprobación de la construcción del oleoducto Keystone XL en un plazo de 60 días como táctica de presión. Un proyecto al que se oponen grupos ecologistas y algunos sindicatos y que está postergado hasta 2013 mientras se busca nuevas soluciones a su trazado.
Diferencias ideológicas
Los demócratas ya han avisado que no pasarán por esta imposición, a pesar de estar en juego el bálsamo para las clases medias en tiempos de crisis.De nada han servido las advertencias de la Casa Blanca para renovar los recortes tributarios que evitarían perjuicios a 160 millones de estadounidenses.
"No es el momento para que los republicanos en Washington sumen puntos políticos a costas del presidente. No es el momento de retomar las viejas batallas ideológicas, ni el momento para romper el acuerdo bipartidista del verano pasado y perjudicar a la clase media" con recortes públicos, ha comentado la Casa Blanca en un comunicado.
Durante el debate, demócratas y republicanos han vuelto a poner de manifiesto sus diferencias ideológicas sobre la financiación de los recortes tributarios. Mientras los republicanos insisten en recortar el gasto público, los demócratas piden un mayor esfuerzo a los ricos.
Táctica de presión
Además, la táctica de presión republicana, que vincula el oleoducto Keystone XL a los recortes tributarios, ha desatado la ira de los demócratas tras no poder frenar la votación en el Congreso. A raíz de esto, han dejado claro que paralizarán la medida en el Senado e incluso el presidente de EE.UU, Barack Obama ha amenazado con su veto.
El presidente de la Cámara Baja, el republicano John Boehner, ha lamentado la posibilidad del veto presidencial porque, a su juicio, la medida fomenta la creación de empleos en el sector privado.
Pero los demócratas, entre ellos la líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, y el legislador neoyorquino Charles Rangel, acusan a los republicanos de lanzar una "cortina de humo" al ligar la medida al oleoducto. Rangel considera que lo correcto es votar por separado estos dos asuntos y no maniatar al Congreso con elementos "extrínsecos".
El enfrentamiento entre ambos partidos se poduce al tiempo que las encuestas reflejan el descontento popular con la clase política, mientras la débil recuperación económica se perfila como el asunto dominante de las elecciones de 2012.