EE.UU. cierra la guerra de Irak con el simbólico arriado de la bandera
- El secretario de Defensa ha presidido la ceremonia oficial de retirada de tropas
- Los últimos 4.000 soldados abandonarán el país en las próximas dos semanas
El arriado de la bandera estadounidense en Bagdad pone fin a ocho años y medio intervención militar en Irak. Los últimos 4.000 soldados norteamericanos tienen dos semanas para abandonar el país, hasta el 31 de diciembre, cuando se complete la retirada definitiva de las tropas, según lo estipulado en el acuerdo de seguridad firmado en 2008 entre ambos países.
"El sueño de un Irak independiente y soberano es ya una realidad", ha afirmado el secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, en Bagdad, donde ha presidido la ceremonia oficial.
En su discurso, el secretario de Estado estadounidense ha señalado que su país mantendrá una presencia diplomática significativa, y cooperará en asuntos de seguridad y para garantizar la estabilidad política en Irak.
"Irak será puesto a prueba en los días venideros", ha indicado Panetta, quien ha citado entre los retos futuros la seguridad, así como asuntos sociales, económicos y políticos.
“EE.UU. será siempre un amigo y compañero comprometido de Irak“
El jefe del Pentágono considera que Irak tiene ahora "la oportunidad de mirar hacia el futuro" y que hoy está "cerca de cumplir el sueño de que sus hijos tengan un futuro mejor".
"EE.UU. será siempre un amigo y compañero comprometido de Irak", afirmó Panetta al dar la bienvenida a "la nueva etapa de los lazos entre ambos países".
Más de 4.000 estadounidenses muertos en ocho años
Durante la ceremonia, el dirigente estadounidense ha recordado a las víctimas en esta guerra, en la que desde su comienzo en 2003 han muerto más de 4.500 estadounidenses y 30.000 han resultado heridos.
"Nunca olvidaremos las lecciones de la guerra ni olvidaremos los sacrificios del más de un millón de hombres y mujeres estadounidenses, así como de sus familias" implicadas, ha indicado en referencia al millón y medio de soldados de EE.UU. que han participado en la guerra desde 2003 en sucesivas rotaciones.
Panetta ha subrayado que EE.UU. tiene "una deuda profunda" con los soldados y que sus sacrificios han ayudado al pueblo iraquí a "comenzar un nuevo capítulo" con la esperanza de lograr libertad y seguridad.
Entre los logros alcanzados durante estos años por las tropas estadounidenses, en colaboración con las iraquíes, Panetta ha enumerado el descenso de los niveles de violencia, el debilitamiento del grupo terrorista Al Qaeda, y la mejora de la situación de la educación y la economía.
También ha intervenido en la ceremonia el comandante de las tropas estadounidenses en Irak, general Lloyd Austin, quien ha afirmado que EE.UU. "está devolviendo el honor que le corresponde al pueblo iraquí".
Obama da la bienvenida a los soldados
Este acto tiene lugar un día después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, marcara el fin "histórico" de nueve años de guerra en Irak frente a los soldados de Fort Bragg, en el estado de Carolina del Norte, que han luchado en ese conflicto.
En un discurso repleto de agradecimiento a las tropas, Obama dio la bienvenida a casa a los soldados desplegados en Irak, recordó a los fallecidos y aseguró que han logrado que el país árabe sea estable y soberano.
Una fuente del Ministerio de Exteriores iraquí, que pidió el anonimato, ha explicado a la agencia Efe que Panetta se reunirá durante su visita con su homólogo iraquí, Saadun Dulaimi, y con otros responsables del país para tratar el asunto del entrenamiento y el suministro de armamento al Ejército iraquí.
Las últimas fuerzas estadounidenses están concentradas en la base del Iman Alí de la ciudad de Al Nasiriya, capital de la provincia de Zi Qar, y en el aeropuerto de Basora, ambos en el sur del país, según el Ministerio de Defensa.
La base de Iko, situada en la ciudad de Diwaniya, 180 kilómetros al sur de Bagdad, ha sido hasta el momento la última en ser abandonada por las tropas de EE.UU., que se retiraron este miércoles.
Las celebraciones por la salida de las tropas estadounidenses ya han comenzado en Irak, donde este martes miles de iraquíes festejaron este acontecimiento en Faluya (al oeste de Bagdad), uno de los escenarios de las batallas más violentas entre la insurgencia y los norteamericanos.