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Encuentran en Argentina una fosa común de la dictadura con 15 cuerpos

  • Los cadáveres fueron quemados y enterrados en un arsenal en Tucumán
  • Entre los asesinados hay un senador capturado en 1976

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Encuentran en Argentina una fosa común de la dictadura con 15 cuerpos

Las autoridades argentinas han hecho públicas fotografías de una fosa común de la dictadura recientemente encontrada en la región de Tucumán. En la misma se han hallado al menos 15 cuerpos, supuestamente quemados y enterrados en el periodo de poder militar, entre 1976 y 1983, cuando se estima que unas 30.000 personas fueron torturadas y asesinadas.

Los antropólogos forenses creen que los cadáveres fueron quemados antes de ser arrojados con un bulldozer a una fosa en las instalaciones del arsenal "Miguel de Azcuenaga". El arsenal fue utilizado como centro de detención clandestino durante la dictadura.

El coordinador del organismo gubernamental que lleva a cabo la investigación, Pablo Parenti, ha declarado que desde hace tiempo había sospechas de que algunos de los "desaparecidos" argentinos encontraron su final en este lugar.

"Creo que es importante porque confirma esta hipótesis de que el arsenal Miguel de Azcuenaga fue el destino final para muchos desaparecidos de Tucumán", ha afirmado.

Un senador entre las víctimas

El análisis de ADN ha revelado que uno de los cuerpos es el del exsenador Guillermo Vargas Aignasse, arrestado por los militares en 1976.

Aignasse fue dado por muerto y dos oficiales juzgados por la guerra sucia, Luciano Benjamin Menéndez y Antonio Domingo Bussi, fueron declarados culpables de su asesinato en 2008. Bussi murió el 24 de noviembre debido a su avanzada edad.

"Su caso ya estaba visto, de echo hubo una vista oral y Bussi fue a prisión sin necesidad de encontrar los restos (de Guillermo Vargas) porque había otras pruebas. Pero ahora se ha confirmado", explica Parenti.

En opinión de Parenti, "el sistema judicial avanza al mismo tiempo que el proceso de identificación de víctimas. Y a menudo los casos avanzan sin conocer el paradero final de la persona".

Bussi, que según las organizaciones de derechos humanos pudo participar en unos 500 asesinatos, participó en política tras la dictadura y llegó a ser elegido gobernador de Tucumán en 1995.