Enlaces accesibilidad

Chirac renuncia a recurrir su condena aunque niega "categóricamente" los cargos

  • Dice que no tiene fuerzas para emprender otra batalla judicial
  • Sarkozy se niega a comentar el fallo pero destaca su valor humano
  • Le Pen sostiene que debería haber ido a la cárcel

Por

El expresidente francés, Jacques Chirac, ha anunciado que no recurrirá su condena de dos años por malversación de fondos cuando era alcalde de París en los años 90 aunque niega "categóricamente" los cargos por los que le condenan.

En un comunicado, Jacques Chirac ha justificado su decisión de no apelar en el hecho de que no tiene "por desgracia" todas "las fuerzas necesarias para llevar por sí mismo frente a nuevos jueces la lucha por la verdad ". Con todo, añade: "Lo digo con honor, ninguna culpa se me puede reprochar".

Pero lo cierto es que el caso tiene una dimensión histórica, porque por primera vez en Francia un expresidente de la República ha sido condenado.

Chirac, de 79 años, fue condenado por un caso de falsos empleos en la etapa en la que estuvo al frente de la alcaldía de París, antes de llegar al Elíseo, un asunto por el que no había sido juzgado hasta ahora porque se amparó en la inmunidad presidencial.

El expresidente dice en su nota que "toma nota" del fallo y se ha felicitado de que sus empleados no hayan sido castigados penalmente. "Yo era el alcalde. La responsabilidad era mía y sólo yo la debía soportar", ha defendido.

Cumplir con su deber

"También me doy cuenta de que lo que está en juego no es sólo el honor de un hombre, sino la dignidad de la oficina presidencial que asumí después- Y creo que hoy en día el respeto de nuestras instituciones requiere que se responda con apaciguamento", añade.

El ex presidente ha asegurado confiar "en el juicio de los parisinos que me eligieron tres veces para ser su alcalde" y, añade: "Mis compatriotas saben quién soy: un hombre honesto que nunca ha tenido otras batallas y otros deberes que la cohesión entre todos los franceses, la grandeza de Francia y de trabajar por la paz".

"Más allá del dolor y la tristeza me causa a que esta decisión debo cumplir con mi deber por última vez", concluye Chirac.

Jacques Chirac es sospechoso de haber puesto el dinero municipal al servicios de sus ambiciones electorales y los intereses de su partido, de forma que los puestos de trabajo en cuestión se usaron para la expansión de su esfera de influencia.

En el momento en que se crearon esos empleos fictios, Chirac era el alcalde de París, presidente del RPR (predecesor de la UMP, en el poder) y se preparaba para las elecciones presidenciales de 1995, que ganó tras dos derrotas anteriores.

Sarkozy dice que los franceses estimarán a Chirac

Su sucesor en el Elíseo, Nicolás Sarkozy, se ha negado a comentar el fallo, aunque ha asegurado que sus compatriotas conservarán la estima por el político que dirigió el país entre 1995 y 2007.

"No me corresponde comentar" la sentencia dictada por el Tribunal Correccional de París, ha indicado en un escueto comunicado el actual jefe del Estado.

Para Sarkozy, del mismo partido que Chirac, del que fue ministro, "estas circunstancias no deben hacer olvidar el compromiso de Jacques Chirac al servicio de Francia, lo que le permite y permitirá conservar todavía la estima de los franceses".

Lo cierto es que el Ministerio Público ha apoyado a Chirac hasta el final y pidió la absolución tanto del expresidente como de los otros nueve acusados, algo que ha sido contestado por el tribunal con esta condena, aunque está por debajo de los diez años y 15.000 euros de multa a los que como máximo

El candidato socialista a la presidencia francesa en las elecciones del año próximo, François Hollande, también ha destacado el lado humano de Chirac, al tiempo que ha mostrado su satisfacción por la actuación judicial que impide "que se instale el sentimiento de impunidad" y haya llegado que haya llegado tan tarde.

Más duro se mostró el diputado Arnaud Montebourg, adalid del combate contra la inmunidad presidencial, quien en un comunicado ha considerado que la condena de Chirac es "un alivio" para quienes luchan contra "esa enfermedad crónica y peligrosa del régimen de la V República".

También el ex candidato ultraderechista Jean-Marie Le Pen se ha referido a la condena del que fuera su adversario en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2002. Para el exlíder del Frente Nacional, Chirac debió ingresar en prisión.

"Hemos estado dirigidos durante doce años por un delincuente", ha recalcado.