Enlaces accesibilidad

Rihanna conquista el Palau Sant Jordi con un espectáculo de alto voltaje sexual

Por

Rihanna se ha estrenado en la ciudad condal de Barcelona con todas las localidades agotadas en un concierto -uno de los últimos de su gira Loud- cargado de energía sexual y mucho espectáculo. La aparición en escena de la cantante caribeña no ha decepcionado a los 18.000 espectadores congregados, principalmente jóvenes y adolescentes, algunos rozando la infancia y acompañados de sus padres.

Los fuegos artificiales han precedido a las cuatro pantallas gigantes redondas que se han abierto para dar paso a la reina de la sensualidad dentro de una cápsula transparente. De ella ha salido cantando Only Girl in The World, vestida con medias de rejilla, una chaqueta azul eléctrico y subida a unos tacones amarillos.

En el segundo tema, la cantante caribeña se ha quitado la chaqueta para quedarse en bikini. De esta manera, han llegado temas muy bailables, entre ellos Shut up and drive y los ritmos reagge de Man down, coreografiados por ocho bailarines que junto a las nueve pantallas gigantes, una plataforma hidráulica, una cinta transportadora y un espectacular juego de luces con mucho humo han hecho las delicias de los asistentes.

La puesta en escena ha cambiado en la segunda parte del espectáculo, cuando los bailarines se han vestido de negro y Rihanna ha aparecido con un body negro de estilo sadomasoquista moviendo sus caderas al tiempo que estaba maniatada con cuerdas y esposas.

Alto voltaje

La temperatura del espectáculo ha llegado a su punto álgido cuando Rihanna ha elegido a un hombre del público y lo ha subido a la plataforma hidraúlica. Allí, ha bailado sobre él con movimientos de estrella porno.

Un nuevo cambio de vestuario ha dejado paso a la estética de guerra, con cañón incluido sobre el escenario. Una nueva plataforma ha permitido a la cantante de Barbados acercarse más al público y tocar la batería con más energía que aptitudes musicales.Los presentes ha enloquecido con "Live your life" y los gritos de "Barcelona! Are you ready?" que ha lanzado la energética caribeña de 23 años.

Los espectadores se han rendido a la diva y lo han demostrado con énfasis cuando le ha llegado el turno a éxitos como What's my name? o Umbrella, que los presentes han bailado con brazos en alto y coreando la letra a voz en grito.Pero ha sido el último tema, We found love el que ha hecho temblar las localidades del Palau Sant Jordi.

Una máquina de hacer dinero

La mayor parte de los presentes han pagado 50 euros por el placer de bailar al ritmo de Rihanna a una distancia prudencial del escenario, pero algunos han llegado a desembolsar 400 euros por una entrada con derecho a ver el espectáculo desde el lateral del escenario, un lote de productos y el privilegio de saludar personalmente a la cantante.

Cualquier cosa vale para rentabilizar al máximo a esta máquina de hacer dinero llamada Rihana, que graba un disco al año, hace giras agotadoras en las que pisa todos los continentes y todavía tiene tiempo para protagonizar algunos escándalos sentimentales que la sitúan en las portadas de las revistas del corazón.

Sus giras son tan largas y su ritmo de grabación de discos tan alto que en esta ocasión se ha solapado la gira titulada como su penúltimo disco Loud, con la presentación del nuevo elepé Talk That talk.

El concierto de la artista caribeña ha estado precedido de la actuación del nuevo DJ de moda, Calvin Harris, que ha ofrecido una bailable selección de eurodance que hubiera caldeado cualquier discoteca de renombre europea, pero que ante un público recién llegado que esperaba a Rihanna ha pasado sin pena ni gloria.