Más de 200.000 personas desafían al régimen sirio en las calles de Homs
- Al menos dos personas han muerto durante las protestas en el centro y el sur
- Rusia propone que la ONU condene la violencia en Siria pero sin injerencia
Más de 200.000 personas se han manifestado en las calles de la ciudad siria de Homs, el corazón de las protestas contra el régimen, en un nuevo viernes de desafío al Gobierno de Bashar al Asad.
Según informan los opositores Comités de Coordinación Local y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos una persona ha muerto por disparos del ejército y las fuerzas de seguridad en Homs, y otra en el municipio de Al Yaa, en la provincia de Deraa, donde esta mañana las fuerzas del régimen de Damasco han llevado a cabo bombardeos y disparan con ametralladoras.
También en Deraa, pero en la localidad de Injel, los seguidores de Al Asad han abierto fuego contra una manifestación antigubernamental, según los Comités.
Mientras, en los barrios del sur de Banyas, junto a la costa mediterránea, las fuerzas de seguridad se han desplegado en las cercanía de algunas mezquitas para evitar manifestaciones.
Más de 5.000 personas han muerto por la represión en Siria, entre ellos más de 300 menores, según los últimos datos de la ONU
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha indicado que varias protestas se desarrollan en distintas localidades de la provincia septentrional de Idleb, en el norte del país y fronteriza con Turquía, en este viernes bautizado como "La Liga Árabe nos mata" para que la organización panárabe deje de dar ultimátums al régimen sirio.
Rusia no apoya la injerencia externa
Precisamente este viernes, el vicesecretario general de la Liga Árabe, Ahmed ben Heli, ha anunciado que la reunión extraordinaria de los ministros de Exteriores de su organismo que se iba celebrar este sábado para tratar la situación en Siria se ha aplazado sine die.
En declaraciones a la prensa en El Cairo, Ben Heli ha detallado que se ha acordado este aplazamiento tras negociaciones con el ministro sirio de Exteriores, Walid al Mualem, aunque no ha explicado el motivo de la medida.
El responsable árabe ha adelantado que este sábado el que se reunirá en Doha será el grupo de contacto de la Liga Árabe, que sigue la crisis en Siria.
Este jueves, el régimen sirio perdió el apoyo de sus principales defensores al presentar ante la ONU la diplomacia rusa una propuesta de resolución para condenar la violencia, aunque el Kremlin ha matizado este viernes que queda excluida la injerencia exterior en el conflicto.
"El documento estipula claramente que es inadmisible interpretar los estatutos de la resolución (del Consejo de Seguridad) como una señal para intervenir en los asuntos internos sirios", ha declarado Alexandr Lukashévich, portavoz de la cancillería rusa.
El nuevo proyecto ruso anima al Gobierno del presidente sirio Bachar al Asad a iniciar reformas en el país y pide el cese de la violencia "por ambas partes", así como el respeto a los derechos humanos, según las agencias rusas.
El vicepresidente sirio, Farouk al-Shara, tiene pendiente una "conversación seria" con las autoridades rusas y será recibido en Moscú en los próximos días, según ha informado el Kremlin.
Hasta ahora, el Consejo de Seguridad ha sido incapaz de aprobar una resolución de condena al régimen de Damasco por la oposición de Rusia y China, que en octubre pasado ejercieron su derecho a veto para oponerse a un texto presentado por Francia, Reino Unido, Alemania y Portugal, con el apoyo de Estados Unidos.
Escepticismo ante la propuesta
El embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, ha señalado en esta ocasión que la respuesta del resto de miembros del Consejo de Seguridad fue "constructiva" y ha destacado su deseo de llegar a acuerdos.
En cambio, las cancillerías europeas y de Estados Unidos. califican el proyecto de resolución ruso de "totalmente insuficiente". Por ejemplo, la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton ha indicado que si bien Washington está dispuesto a trabajar sobre la base de la propuesta rusa, esta contiene "elementos que no puede apoyar" como "la equiparación aparente" entre la Policía y la oposición.
Los analistas políticos cree que Rusia solo desea mejorar su imagen. "La posición rusa no ha cambiado, el objetivo del proyecto no es llegar a una solución práctica, sino quedar bien", afirma Alexei Malachenko, del Centro Carnegie de Moscú.
"El truco es poner en el mismo nivel a un ejército de tanques y a rebeldes con armas de fuego", explica Viktor Kremeniuk, director adjunto del Instituto de los Estados Unidos y Canadá en Moscú. No obstante, Kremeniuk cree que "está en marcha un acercamiento, porque todo el mundo entiende que este nivel de violencia es intolerable".