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Adiós al dictador más extravagante del mundo

  • La muerte de Kim Jong Il acaba con un modelo de dictador de la Guerra Fría
  • El culto a una personalidad contrasta con la ridiculización de Occidente
  • Sus rarezas fueron recogidas por redes sociales y películas de humor
  • Tras él queda, sin embargo, una feroz represión política contra su pueblo

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Al morir en uno de sus tradicionales viajes por tren por el país, Kim Jong Il dejaba atrás una biografía oficial llena de hechos extraordinarios: su nacimiento fue prefigurado por una gaviota, un doble arcoiris y el adelanto de la primavera; se le reconoce como inventor de la hamburguesa y por tener el récord del mundo de golf pese a haber jugado una sola vez y el tiempo puede cambiar en función de su estado de ánimo.

Con estas cualidades, no es extraño que fuese conocido por más de 200 títulos oficiales por sus compatriotas, entre ellos el de "Estrella Guía del siglo XXI", "Glorioso general que descendió del paraíso", "Político de ensueño", "Comandante siempre victorioso y con voluntad de acero" y "La más alta encarnación del amor a la camadería revolucionaria".

Las redes sociales, por su parte, han añadido uno más, "El hombre que miraba fijamente a las cosas", tal y como refleja una página en la que aparecen todas las instantáneas hechas públicas por la agencia de noticias oficial del "Querido líder".

Los creadores de South Park le añadieron otro, "El hombre que estaba solito" en su película de animación Team America, donde el exdictador norcoreano se convierte en una marioneta supervillana que en el fondo se siente sola e incomprendida en un país hecho a su imagen y semejanza.

Lo paradójico de la película de Matt Stone y Trey Parker es que,  atendiendo a lo que se conoce de la vida de Kim Jong Il, su diagnóstico de la personalidad del dictador puede ser bastante cercano a la realidad.

Realidad y ficción

Hijo del dictador estalinista Kim Il Sung, la divergencia entre realidad y ficción en su vida parte de su nacimiento. Según fuentes soviéticas, Kim nació realmente en un campamento antijaponés en Siberia en 1941 y no un año después en el sagrado Monte Paekdu con acompañamiento de arcoiris incluido.

Luego, vivió durante su infancia una dura guerra contra Corea del Sur que dejó cuatro millones de muertos y la mayor zona desmilitarizada del mundo. En el ámbito familiar, también fuentes soviéticas apuntaron a él como responsable de la muerte de su hermano menor ahogado en una piscina.

Como mano derecha de su padre y su heredero in pectore durante más de veinte años, el difunto líder vivió una doble vida: por un lado, era el brazo ejecutor de sanguinarias operaciones contra el enemigo surcoreano, como el ataque contra altos cargos surcoreanos en Birmania en 1983 o la muerte de más de cien personas al derribar un avión civil en 1987.

Por otro, la existencia llena de extravagancias que le han convertido hasta en un icono cinematográfico y de comedia que mostraba Team América, potenciado por un entorno incapaz de decirle la verdado plantarle cara

Por ejemplo, supuestamente cuenta con el récord del mundo de golf con nada menos que 38 hoyos bajo par, entre ellos once hoyos en uno...y todo en su primer partido. Los únicos testigos de su hallazgo fueron sus 17 guardaespaldas.

A éstos les había obligado ya con antelación a hacerse adictos a los calmantes como él para no sentirse solo en su dependencia cuando no podía vivir sin estos fármacos, que empezó a tomar tras caerse de un caballo.

Esta dualidad también se producía respecto a la opinión sobre su particular apariencia física, que era elogiada como la de un semidiós por los medios estatales mientras provocaba comentarios en Occidente como el atribuido al expresidente George W. Bush: "No os preocupéis, solo es un pigmeo".

Caprichos de dictador

Más allá de lo que opinasen los demás, Kim era un amante del buen comer y el buen beber hasta el punto de  que aunque decía que no comía ningún producto que no fuese norcoreano, un  chef italiano que trabajó para él ha relatado que le enviaron a Uzbekistán a comprar caviar, a Dinamarca a por cerdo, a China por uvas y a Tailandia por mangos y papayas.

En este sentido, contaba con una amplísima bodega de vino francés y se calculaba que consumía una cantidad de coñac valorada en hasta 720.000 dólares anuales.

Pero sin duda una de las mayores pasiones de Kim Jong Il era el cine. Poseía una colección de unas 20.000 películas y tenía entre sus filmes favoritos a Viernes 13Rambo y, sobre todo, Godzilla.

Precisamente para hacer un remake de esta película japonesa secuestró en 1978 a un famoso director surcoerano, Shing Sang Ok y a la actriz Choi Eun Hee, que hicieron para él la película Pulgasari y lograron huir en un viaje a Viena en 1986 tras pasar años en campos de trabajo, donde les obligó a casarse.

Este episodio muestra otra de las facetas de Kim, la 'artística', que le hizo escribir un tratado de cine y hasta seis óperas.

En esta tarea inventiva destaca también un nuevo tipo de comida bautizada como "Gogigyeobbang", con asombroso parecido a la hambuguesa y la idea de paliar la hambruna sufrió su país en los 90 criando conejos gigantes.

Efectos de la extravagancia

Este particular medida ilustra hasta qué punto la supuesta extravagancia del líder solitario ha tenido efectos en sus ciudadanos: se calcula que dos millones de personas fallecieron ante la incapacidad de Kim a la hora de afrontar esta situación humanitaria.

Aunque en los 90 viajó a China para empaparse de su apertura a la economía de mercado, ante la enormidad de la tarea optó por encerrarse en sí mismo y dejar que la realidad no le aguase la vida de ficción que se había montado.

La Guerra Fría había acabado ya pero en su mente la historia se había congelado en ese momento, mientras los jóvenes surcoreanos le convertían casi en un icono pop, como si fuese ya parte de otra época.

Por eso no parece casual que su fallecimiento se produzca en el año en el que ha caído un telón de acero que permaneció en pie en el siglo XX, el de los dictadores árabes, que ha visto la muerte de uno de los pocos líderes totalitarios que se le acercaba en extravagancia, el libio Muamar Gadafi.

Con la muerte de ambos solo la Cuba de Raúl Castro parece anclada en la época de Kim que, como símbolo de su resistencia a aceptar que vivía en un mundo global, evitaba viajar en avión.

Por eso, se desplazaba siempre en un lujoso tren donde le traían bogavantes vivos en cada estación y solía comer mono, uno de sus platos favoritos.

En él falleció el pasado tras "un gran esfuerzo mental y físico" que, eso sí, es improbable que se produjese en el retrete: según llegó a publicar la agencia estatal norcoreano, su líder no lo necesitaba.