Los nuevos satélites GPS serán más precisos, con un margen de error de solo un metro
- Las primeras unidades ya están en pruebas en Estados Unidos
- Son más precisos y permitirán ubicar posiciones con menos margen de error
Estarán en funcionamiento en 2014, a la vez que el nuevo sistema europeo
Justo en la misma semana en que se han recibido las primeras señales del sistema de posicionamiento europeo Galileo lanzados hace un par de meses, Estados Unidos ha completado la construcción de uno de sus nuevos satélites Block III, destinados a poner al día el conocido 'sistema GPS'.
Los sistemas de posicionamiento funcionan gracias a decenas de satélites que orbitan nuestro planeta y que emiten señales perfectamente sincronizadas; los receptores que llevamos en los coches, teléfonos móviles, barcos y aviones calculan gracias a ellas su posición al recibirlas.
“Los receptores actuales se volverían más precisos, con un margen de error de un metro“
Normalmente se necesitan cuatro satélites para conocer la posición y altitud exactas, pero si hay más satélites 'a la vista' los receptores pueden calcular mejor dicha posición y –lo que es casi más importante, porque afecta a la vida de las baterías– hacerlo consumiendo menos energía.
Los nuevos satélites Block III podrían empezar a reemplazar al GPS actual a partir de 2014; incluso se está considerando aumentar el número mínimo requerido (unos 32) hasta los 70, 80 ó 90.
Gracias a esto y a algunas mejoras en su tecnología los receptores actuales se volverían más precisos: si actualmente pueden calcular la posición con unos tres metros como máximo, pasarían a poder hacerlo con un metro de detalle.
Zonas 'cubiertas'
Otra de las mejoras es que la intensidad de las señales permitiría recibir los datos sobre posicionamiento en zonas ligeramente cubiertas, tales como edificios bajos, aparcamientos o las calles rodeadas de grandes rascacielos.
Aparte de esto los nuevos GPS incluirán otras señales que servirían para nuevas aplicaciones, tanto militares como civiles. Las señales para usos militares, por ejemplo, serían más seguras, precisas y difíciles de interceptar.
Esta actualización del sistema GPS no será barata: el coste total se ha calculado en más de 4.000 millones de euros, que habrán de incluirse en los presupuestos a partir de 2014.
Aunque parezca una cantidad enorme para una serie de pequeñas mejoras también sucede que la vida de los satélites en sí es más bien limitada: los actuales duran entre 7 y 12 años, mientras que los nuevos al menos podrían llegar a mantenerse en órbita hasta unos 15.
Sistema Galileo
Mientras tanto, muchos esperan a que Galileo, el sistema europeo que costará unos 20.000 millones de euros, se ponga en marcha en 2014 y esté completamente operativo para 2019.
En lo que esto sucede, están produciéndose algunas situaciones curiosas, como que Apple haya anunciado que sus teléfonos iPhone funcionarán también con el sistema ruso GLONASS que es el equivalente al GPS norteamericano.
Por lo que se ve, los fabricantes de tecnología no esperan a que los estados estén al día para ofrecer soluciones alternativas a sus clientes.