'No tengas miedo a la oscuridad', pero sí a un guión con demasiadas licencias
- Guillermo del Toro coescribe y produce una historia de casas encantadas
- Katie Holmes y Guy Pearce interpretan a los padres de la niña protagonista
Al cine fantástico se le suelen permitir más licencias que a otros géneros por aquello de que sí la película nos atrapa, nos inquieta y nos aterra nos da igual, por ejemplo, que los personajes estén en una casa encantada donde se suceden los fenómenos extraños y a nadie se le ocurra abrir la puerta e irse.
El problema de No tengas miedo en la oscuridad es que el guión encadena sin fortuna una serie de tópicos y homenajes (Psicosis y ducha incluídas), un batiburrillo de ideas que pululaban por la mente de Guillermo del Toro (coguionista y productor) desde hace años y que ya había usado en otras películas suyas como la interesante El espinazo del diablo o la superlativa El laberinto del fauno.
Y lo peor es que el guión tiene demasiadas licencias que insultan la inteligencia del aficionado. Por ejemplo, un personaje es acuchillado y apuñalado en repetidas ocasiones y, según la policía, se trata de un accidente (ya sabemos que solo hay dos clases de policías en las películas americanas, los superlistos de CSI y los tontos de las pelis de suspense, pero esto es pasarse).
Un borrador de 'El laberinto de el fauno'
La historia nació hace 30 años en México, cuando Guillermo del Toro y sus hermanos jugaban a asustarse después de haberse quedado impresionados con la tv movie Frío en la noche (No tengas miedo a la oscuridad, 1973) un pequeño clásico que conseguía el suspense con unos medios irrisorios.
Años después, el realizador compró los derechos y escribió este guión junto a su socio, Matthew Robbins. Pero el tiempo pasaba y muchas de sus mejores ideas las uso en El espinazo del diablo y el El laberinto del fauno, como la niña solitaria atraída por un mundo que la aterroriza, pero que también la atrae porque, en el fondo, es mejor que el mundo de pesadilla en el que vive.
También comparten las hadas, el jardín, el sótano... y, sobre todo, los elementos de los cuentos de hadas tradicionales.
Pero en 2009 surgió la posibilidad de retomar el proyecto bajo la dirección de Troy Nixey, un popular dibujante de cómics responsable de algunas historias de Batman realmente interesantes. Y la verdad es que, técnicamente, no se puede reprochar nada a la película: la casa es realmente inquietante, los seres que quieren raptar a la niña dan miedo y la ambientación, fotografía, etc, son realmente terroríficos.
Y si te dejas llevar por la historia, sin pensar, pasas un buen rato entretenido con algunos sustos divertidos, pero la historia no resiste el menor análisis.
La niña vuelve a ser la gran protagonista
Como pasaba en El laberinto del fauno, la niña vuelve a ser la gran protagonista en su interacción con esta especie de hadas que quieren llevarse sus dientes, una de las ideas brillantes de del Toro.
Esta interpretada por una estupenda Bailee Madison, una actriz infantil con una larga carrera que es el gran descubrimiento de la película. Pero en esta ocasión faltan los memorables secundarios de El laberinto.
Dos actores como Guy Pearce y Katie Holmes (que interpretan al padre de la niña y a su joven novia) se dedican a ser meros comparsas cuya única función en la película es permitir que la pequeña se vuelva loca impidiéndola que salga de la casa a pesar de que está aterrorizada, algo muy normal en cualquier padre.
Aún así, hacen lo que pueden con unos papeles realmente vacíos. Y dentro de eso el papel de ella es un poquito más interesante.
Los diminutos (los pequeños seres misteriosos que viven con nosotros, en el sótano concretamente) son una nueva versión de Gremlims, Critters y otros ilustres precedentes. Y la verdad es que están realmente conseguidos y dan bastante miedo.
Algo muy antiguo y malvado
La película cuenta la historia de la pequeña Sally (Bailee Madison), una niña que se va a Rhode Island para visitar a su padre (Guy Pearce) y a su joven novia (Katie Holmes) que trabajan en la restauración de una enorme mansión. En el sótano de la misma, Sally se encontrará con unos pequeños y malvados seres que intentarán llevarsela con ellos.
Resumiendo, una película con grandes posibilidades que naufraga por un guión con agujeros aún más grandes. Un batiburrillo que encadena escenas impactantes sin lógica ninguna. Pero con la que podemos pasar un rato muy entretenido si nos metemos en la historia y nos olvidamos de la lógica.
No tengas miedo a la oscuridad se estrena el 23 de diciembre.