Vista para sentencia la multimillonaria demanda de Martín contra Jove por Fadesa
- El informe pericial señala que hay "falsedades e irregularidades relevantes"
- La defensa de Martín argumenta que Jove facilitó "datos falsos e incorrectos"
El titular del juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña, Pablo González-Carreró, ha dejado esta tarde visto para sentencia el juicio en el que se ha dirimido si Manuel Jove causó "daño" al venderle Fadesa a Fernando Martín, que le reclama 1.574 millones de euros por una supuesta sobrevaloración de lo activos de la compañía gallega.
Martín demandó al expresidente de Fadesa Manuel Jove y al exconsejero general de la compañía Antonio de la Morena por una supuesta sobrevaloración de al menos 37 activos de la inmobiliaria en el marco de la OPA lanzada por Martinsa en 2006 por el 100% de la compañía gallega y que valoraba esta última en 4.045 millones.
De acuerdo con el informe que elaboró entonces la consultora CB Richard Ellis, el valor de esos activos rondaba los 2.700 millones.
Datos "falsos e incorrectos"
La defensa de Martinsa-Fadesa, que presentó la demanda justo después de salir del concurso de acreedores, el mayor de la historia de España, considera que Fadesa facilitó a la consultora datos "falsos e incorrectos" en un acto "doloso" que supuso un daño de 1.574 millones en el patrimonio de la compañía.
El juicio, que comenzó el pasado lunes, ha quedado esta tarde visto para sentencia tras la presentación de las conclusiones de las defensas de las partes, que han incidido en los argumentos expuestos a lo largo de los últimos días.
Así, el letrado Javier Juste, que representa a Fernando Martín, ha insistido en que su patrocinado desconocía el estado real de los activos de Fadesa cuando compró la compañía porque se había falseado la información que se entregó a Richard Ellis para que procediera a su valoración.
La defensa de Jove, ejercida por el letrado José Antonio Caínzos, ha señalado que la demanda es un "enorme fraude procesal" porque "no hay hechos, no hay prueba y no hay fundamentos de derecho", y ha subrayado una vez más que Martín compró a Jove acciones y no activos.
En parecidos términos se ha pronunciado, Pedro Rodríguez Rodero, que ejerce la defensa de De la Morena, quien ha señalado en sus conclusiones que el precio una empresa participada está fijado por su cotización en bolsa en cada momento.
Valoración de la compañía
En su declaración en la primera sesión del juicio, Jove y De la Morena negaron la existencia de un plan para sobrevalorar los activos de Fadesa y explicaron que no eran ellos encargados de facilitar los datos para la valoración de la compañía.
Además, Jove ha explicado que meses después de cerrarse la operación de venta, Martín le llamó para decirle que necesitaba 200 millones de euros que se avino a pagarle por la recompra de algunos activos de Fadesa con el compromiso explícito de que el abono de esa cantidad imposibilitaba al expresidente del Real Madrid a presentar cualquier tipo de demanda.
El informe pericial elaborado por American Appraisal, firma especializada en valoración de activos y empresas, sobre el que se sustenta de demanda de Martín, sostiene que Martinsa sufrió "engaño" y "daño" al adquirir Fadesa al considerar que se sobrevaloró su valor real en el mercado.
Dicho informe subraya que en los 37 activos que integran la demanda hay "falsedades e irregularidades relevantes" de distinta tipología.
"Irregularidades"
Entre estas irregularidades, se destaca que se catalogaban como urbanizables espacios protegidos, que se adjudicaban terrenos que no eran de la titularidad de la compañía o que se definían como obra en curso suelos que aún no eran urbanizables o carecían de licencia de obra y tenían tramitaciones urbanísticas pendientes.
Los peritos de Jove, por su parte, han basado sus argumentos en que cuando Martín compró Fadesa se trataba de una empresa participada y por tanto estaba adquiriendo acciones y no activos.
Así lo afirmó ayer el expresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) Blas Calzada, que defendió que Martín pagó un precio "justo" y "razonable" cuando en 2006 compró Fadesa.
Además, precisó que en el hipotético caso de que hubiera habido cualquier deficiencia en la valoración de los activos no hubiese afectado al precio de la operación porque, subrayó, el acuerdo "lo que tenía en cuenta era el valor de las acciones y no de los activos y porque lo importante de una empresa cotizada es su capacidad para generar beneficios".