Al menos 22 civiles mueren a manos de las fuerzas de seguridad sirias, según los opositores
- Han disparado contra las personas que participaban en varios funerales
- Entre las víctimas hay al menos cuatro menores de edad
Al menos 22 civiles, entre ellos cuatro menores, han muerto en Siria a manos de las fuerzas de seguridad, apunta el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que ha pedido a los observadores de la Liga Árabe una visita urgente a las zonas afectadas.
En un comunicado, el Observatorio detalló que seis personas murieron en los barrios de Baba Amro y Al Bayada, en la ciudad de Homs (centro).
En la localidad de Al Haula, en la misma provincia de Homs, los cadáveres de cuatro ciudadanos que habían sido detenidos en la madrugada de este sábado aparecieron en las calles con señales de tortura. Junto a ellos, otra persona que también había sido arrestada presentaba heridas graves.
También en Homs, otros dos ciudadanos aparecieron muertos en la localidad de Al Quseir, tras ser detenidos en las últimas horas, y otra persona murió en la zona de Telbisa.
Piden ayuda a los observadores
El grupo opositor ha pedido a los observadores de la organización panárabe que llegaron el pasado jueves al país que visiten urgentemente esas zonas para documentar "esas graves violaciones de los derechos humanos, que son una pequeña parte de lo que está pasando en Siria".
En la provincia de Deraa, en el sur del país, dos ciudadanos -entre ellos, un menor de edad- han muerto a consecuencia de los disparos de las fuerzas de seguridad que recibieron en la localidad de Naua.
En ese municipio y en el de Jarbat Gazala, las fuerzas de seguridad dispararon contra las personas que participaban en varios funerales durante las protestas y acabaron con la vida de dos personas.
Otro ciudadano fue encontrado muerto en esa zona, mientras que dos personas murieron en dos localidades del norte de Siria y otra en la provincia de Rif Damasco (oeste).
Tanques y blindados
Las fuerzas militares irrumpieron con tanques y blindados en la localidad de Basar al Harir y en la zona de Al Luyat, en el sur del país, en busca de decenas de soldados desertores que se esconden en esos lugares, añade el Observatorio.
Las provincias de Homs y Deraa son dos de los principales bastiones de la oposición al régimen de Bachar al Asad, escenario a menudo de enfrentamientos entre las tropas leales al presidente sirio y los disidentes.
Un primer grupo de observadores de la Liga Árabe se encuentra en Siria después de la firma el pasado lunes de un protocolo por el que las autoridades del país aceptaron la visita de los expertos, encargados de comprobar en el terreno que el régimen cumple con la iniciativa árabe de solución a la crisis.
Dicha iniciativa estipula, entre otros puntos, el cese de la violencia y el repliegue militar de las ciudades.
Ayer, esos observadores visitaron la zona de Damasco en la que dos atentados suicidas acabaron con la vida de al menos 44 personas e hirieron a otras 166, según el Gobierno sirio, que culpó de lo ocurrido a la organización terrorista Al Qaeda y alertó del aumento de las acciones de grupos armados islamistas.
Los observadores se quedan
El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, ha condenado el doble atentado cometido ayer en Damasco y asegura que dicho ataque no va a suspender la misión de los observadores árabes en Siria.
"Estas explosiones criminales no van a impedir que la delegación de los observadores de la Liga Árabe lleve a cabo su misión en el marco del plan árabe y del protocolo firmado en ese sentido por el Gobierno sirio", afirma Al Arabi en un comunicado.
Además, insistió en la necesidad del cese inmediato de todos los actos de violencia y de los asesinatos, "sean quienes sean sus autores, en todas las zonas del país".
Desde que comenzaron las protestas en marzo pasado, más de 5.000 personas han fallecido por la represión del régimen en Siria, según las últimas cifras de la ONU.