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Consideran "peligroso" el permiso carcelario de la hija del patriarca del clan de los Charlines

  • Cumple condena por delitos de blanqueo de dinero procedente del narcotráfico
  • La Fundación Gallega contra el Narcotráfico cree que hay "riesgo de fuga"

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El juez de Vigilancia Penitenciaria ha concedido un permiso de  cuatro días a Josefa Charlín Pomares, hija del considerado  "patriarca" del 'Clan de los Charlines', Manuel Charlín Gama, una decisión "temeraria y peligrosa" para la Fundación Gallega Contra o Narcotráfico (FGCN) porque considera que "hay riesgo de fuga".

Según han informado fuentes de Instituciones  Penitenciarias, este permiso fue concedido por el juez de Vigilancia  Penitenciaria, después de que Charlín Pomares, que cumple condena en una cárcel de Salamanca por delitos de  blanqueo de  dinero procedente del narcotráfico y contra la Hacienda  Pública, hubiese recurrido el  informe del centro penitenciario en el que cumple condena, que era  negativo.

El juez ha fijado medidas de control en el que es el primer  permiso que se le concede a la hija de Manuel Charlín Gama -quien  salió de prisión en julio de 2010-, después de haber cumplido dos  terceras partes de una condena de 30 años que completaría en 2018,  según han precisado las referidas fuentes.

Josefa Charlín Pomares fue entregada a España por las autoridades  portuguesas en el año 2001 en función de una orden internacional  dictada contra ella, y desde entonces se encuentra en prisión. En  2003, tanto ella como su padre fueron condenados a una pena de 15  años de cárcel por un delito de blanqueo de capitales procedentes del  narcotráfico y por tres delitos contra la Hacienda Pública; mientras  que en 2004 la Audiencia Nacional la condenó a 17 años y 4 meses de  cárcel por el traslado en barco de 600 kilos de cocaína desde  Colombia hasta las costas gallegas en 1989.

Riesgo de fuga

El gerente de la la Fundación Gallega Contra o Narcotráfico (FGCN), Fernando Alonso, ha  insistido en que "la vuelta a la calle de los históricos, de los  principales capos del narcotráfico no es una buena noticia ni para la  lucha contra el tráfico de drogas ni para la sociedad, más allá de  que legalmente puedan tener derecho a determinados permisos".

Alonso también ha lamentado que "parece que se está retornando a  la siniestra época de los años noventa", en alusión a la puesta en  libertad de Manuel Charlín y a los permisos penitenciarios concedidos  recientemente a Laureano Oubiña o a Sito Miñanco, "personajes que  convirtieron a Galicia en la puerta de entrada de la droga en  Europa".

"No estamos hablando de cualquiera", ha añadido Alonso, quien ha  incidido en que para que los principales capos del narcotráfico  puedan ser puestos en libertad, deben darse, a juicio de la  fundación, tres factores: el cumplimiento íntegro de la condena, el  pago de "las multas millonarias a las que fueron condenados", y la  devolución del patrimonio que "acumularon traficando con drogas".

Por ello, el gerente de la Fundación Galega Contra o Narcotráfico  ha reclamado que "se extremen las precauciones y la vigilancia", ya  que, debido a los "antecedentes" de Charlín Pomares, el "riesgo de  fuga parece más que manifiesto".