El último dictador argentino, Reinaldo Bignone, condenado a 15 años de prisión
- Se le atribuyen delitos de lesa humanidad en una cárcel clandestina
- Cuenta ya con otras dos sentencias de cadena perpetua
- Procesado, además, por el robo de bebés durante la dictadura
- Fue presidente de facto entre 1982 y 1983
El último dictador de Argentina, el exgeneral Reynaldo Bignone, ha sumado su tercera condena al ser sentenciado a 15 años de prisión por delitos de lesa humanidad cometidos en una cárcel clandestina que funcionó dentro de un hospital público durante el régimen militar.
El Tribunal Federal Oral 2 de Buenos Aires ha condenado a Bignone, de 83 años, por la privación ilegítima de la libertad de al menos 15 personas que permanecieron detenidas ilegalmente en el bonaerense Hospital Posadas, que funcionó bajo jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército durante la última dictadura (1976-1983).
Seis de las víctimas forman parte de la lista de 30.000 desaparecidos que dejó la represión desatada por la última dictadura de este país suramericano.
Más condenas
Los jueces han sentenciado también al exbrigadier del aire Hipólito Rafael Mariani a ocho años de prisión y al civil Luis Muiña a 13 años de cárcel, al cabo de un juicio iniciado el pasado 20 de octubre en la capital argentina y al que fueron citados 53 testigos.
Muiña fue condenado por los secuestros y torturas de cinco personas, mientras que Mariani, quien recibió ya una condena a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad, fue sentenciado por la privación ilegal de la libertad durante más de un mes de Gladis Cuervo, querellante de la causa.
Al inicio del juicio, llevado por los magistrados Pablo Daniel Bertuzzi, Rodrigo Giménez Uriburu y Jorge Luciano Gorini, también estaba entre los acusados el civil Argentino Ríos, pero el proceso contra él se suspendió por razones de salud.
Bignone, en arresto domiciliario
Bignone, que ya cuenta con dos sentencias a cadena perpetua, recibió en julio pasado el beneficio de arresto domiciliaria por su avanzada edad, la misma condición de la que goza Mariani, mientras que Muiña continuará detenido en la prisión bonaerense de Marcos Paz.
Tanto Ríos como Muiña integraban el autodenominado "comando de seguridad interna" del hospital, situado en la localidad de Haedo, a 20 kilómetros de la capital argentina, donde funcionó el centro clandestino de detención y tortura conocido como "El Chalet".
Allí fueron retenidos varios trabajadores del hospital, en su mayoría médicos del centro asistencial que permanecieron alojados allí en los primeros días del régimen inaugurado el 24 de marzo de 1976.
El último dictador argentino (1982-1983), quien negoció la transición a la democracia después de firmar una ley de Amnistía y ordenar la destrucción de toda la documentación sobre detenciones, torturas y asesinatos de desaparecidos, es juzgado además por el robo de bebés durante el régimen militar.
La del Hospital Posadas es una de las causas que se reabrieron en Argentina tras la derogación parlamentaria en 2003 de las "leyes del perdón" que libraron de responsabilidad a más de un millar de personas vinculadas con violaciones de los derechos humanos durante la dictadura