La oposición siria evidencia sus diferencias al frustrarse un acuerdo de estrategia común
- Los grupos mantienen grandes diferencias en aspectos sustanciales
- Este domingo han muerto nueve personas en distintas ciudades
Los principales grupos de la oposición siria, el Consejo Nacional Sirio (CNS) y la Instancia de Coordinación Nacional (ICN), han evidenciado este lunes las grietas que los separan a la hora de elaborar una estrategia común para acabar con el régimen de Bachar al Asad.
La ICN, que representa a la llamada "oposición interna", ha difundido este sábado un documento que contenía un supuesto acuerdo firmado por ambas facciones para trazar el camino del país hacia la transición, una vez que haya caído Al Asad.
Sin embargo, las diferencias en aspectos tan sustanciales como una posible intervención armada extranjera, la apuesta exclusiva por vías pacíficas, o la organización de las fuerzas opositoras han levantado un muro que complica la unidad de acción.
Estas divergencias se vuelven más lacerantes al constatar que la represión no cesa – este domingo han muerto al menos nueve personas según la oposición- y que la misión de observadores de la Liga Árabe no ha conseguido por ahora evitar el derramamiento diario de sangre.
El CNS acusa a la Instancia de haber filtrado el acuerdo a los medios de comunicación cuando este solo era un borrador, mientras que la ICN asegura que el documento ya fue rubricado por los líderes de ambos grupos tras mes y medio de negociaciones.
En el fondo, subyacen las diferentes visiones que existen entre el CNS y ciertos sectores de la "oposición interna", que son acusados de buscar cierto grado de connivencia con las autoridades y que han llegado a ser agredidos en sus visitas a la sede de la Liga Árabe en El Cairo.
Puntos de discordia
Como ha explicado a Efe el portavoz del CNS Omar Edelbe, existen todavía tres puntos importantes de discordia entre ambos grupos.
En primer lugar, el CNS considera al llamado Ejército Libre Sirio, soldados desertores que se han alzado en armas contra el régimen, como "el brazo que protege a los manifestantes", mientras que la ICN aboga por métodos exclusivamente pacíficos de protesta.
Las facciones también están divididas sobre una posible intervención extranjera, que la ICN rechaza por completo, pero que el CNS pretende dejar abierta "para proteger a los civiles".
El tercer punto de divergencia es que la Instancia rechaza adherirse al CNS, y aboga en cambio por agrupar a todos los movimientos en un Congreso General.
El jefe de la Oficina de Prensa del CNS y miembro de su Ejecutiva, Ahmed Ramadan, ha explicado a Efe que el documento en cuestión recoge las ideas que ha abordado su organización con otros movimientos para presentarlas ante la conferencia general de la oposición convocada por la Liga Árabe, pero que no es un acuerdo.
Sin embargo, para la ICN, el fracaso a la hora de concertar una estrategia se debe a "un problema interno en el Consejo, que no tiene clara su visión política", según ha manifestado a Efe uno de sus dirigentes, Jalaf Daud.
Continúa la represión
Mientras, al menos nueve personas han muerto este domingo, entre ellas un menor, por los disparos de las fuerzas de seguridad y los shabiha o fuerzas paramilitares del régimen, según el recuento ofrecido por los Comités de Coordinación Local.
Cuatro de las víctimas se registraron en Homs (centro), principal feudo de los opositores, mientras que otras tres se produjeron en Hama (centro) y otras dos en Deraa (sur). Los Comités han informado de que, desde que los observadores árabes entraron en Siria el pasado 22 de diciembre, han muerto 315 personas por la represión, entre ellas 24 menores, y otras 125 han sido detenidas.
La cifra total de víctimas mortales que los Comités, que realizan un pormenorizado seguimiento diario de la represión en Siria, registraron en el año 2011 desde el comienzo de las protestas en marzo es de 5.862.
Entre los fallecidos se cuentan 395 menores y 146 mujeres, explicó en un comunicado el grupo, que agregó que 287 personas perdieron la vida tras haber sufrido torturas a manos de las fuerzas de seguridad sirias.