La Liga Árabe envía más observadores a Siria antes de evaluar el sábado el informe de la misión

• En la reunión valorarán si la misión continúa o se retira
• Pese a la presencia de los observadores, la violencia no cesa

El grupo de contacto para Siria de la Liga Árabe celebrará una reunión urgente el próximo sábado para estudiar el primer informe de los observadores árabes encargados de evaluar la situación en Siria tras 10 días del inicio de su misión, mientras otro grupo de 15 expertos se han unido a la delegación y otros 30 lo harán este fin de semana. 

El vicesecretario general de la Liga Árabe, Ahmed Ben Heli, ha detallado en El Cairo que este grupo, que incluye a seis países árabes y está presidido por Catar, estudiará el sábado "el informe preliminar" del jefe de la misión,  el general sudanés Mohamed al Dabi.

Por otra parte, fuentes diplomáticas han revelado que esta comisión pedirá una reunión urgente de los ministros de Exteriores de la Liga Árabe para decidir el futuro de la delegación de observadores y si esta se retira después de las supuestas violaciones del protocolo de su misión por parte de Siria.

Además, el presidente de la Sala de Operaciones de los observadores, establecida en la capital egipcia, Adnan al Jodeir, ha estimado que todavía es anticipado anunciar juicios sobre los resultados del trabajo de los observadores antes del final de su misión.

Críticas de la oposición siria

Al Jodeir informó hace cuatro días de que los observadores enviados por la Liga Árabe se han desplegado en las ciudades de Homs y Hama, en el centro; Idleb, en el norte; y Deraa, en el sur; y hasta el momento han podido moverse con libertad.

Estas palabras coinciden con las críticas de la oposición siria al papel de los observadores árabes, a los que ha acusado de "falta de profesionalidad" después de que ellos mismos reconociesen este lunes que aún se producen disparos y hay francotiradores, en clara violación con lo acordado con el régimen de Asad.

Así, tres civiles han muerto este martes en Homs, en el centro del país, por disparos de las fuerzas de seguridad en varios barrios de esta ciudad, según el Observatorio Sirio de Derechos derechos Humanos (OSDH) pese a que la televisión estatal informó de la presencia de observadores en la región.

Además, según el grupo opositor al menos 18 miembros de las fuerzas de seguridad sirias han muerto en un enfrentamiento con decenas de desertores en la ciudad de Yasem, en la provincia de Deraa, sur de Siria, cuando decenas de soldados del Ejército sirio trataban de desertar con sus armas y abandonar las filas.

Los efectivos de la seguridad dispararon a los desertores en su huida, y aquellos respondieron causando la muerte a al menos 18 policías, cuyos cuerpos fueron trasladados a un hospital público en Deraa.

Frente a la represión sin cesar, a pesar de la misión de observación, el comité de coordinación local (LCC), que organiza eventos en el territorio sirio, ha hecho un llamamiento al líder de la Liga Árabe y a los observadores para que tengan una actitud "objetiva , imparcial y honesta y un sentido de responsabilidad" y ha denunciado "su incapacidad para llevar a cabo esta misión por sí sola", por lo que ha pedido la ayuda de organizaciones internacionales.

La represión no cesa

"Queremos decirle a Nabil al-Arabi que la falta de profesionalidad de los observadores y el incumplimiento de sus tiempos de llegada a los lugares donde se les esperaba ha hecho que muchas personas hayan sido asesinadas", han denunciado.

"El trabajo de los observadores, que se espera que en seguimiento de la aplicación del plan árabe detenga los asesinatos a diario se ve obstaculizado por el régimen", han añadido los observadores.

La visita de los observadores árabes pretende comprobar el cese de la represión del régimen de Damasco contra los civiles y es el primer paso de una hoja de ruta preparada por la Liga Árabe para hallar una solución pacifica a la crisis en este país.

Desde que comenzaron las protestas prodemocracia a mediados de marzo pasado, más de 5.000 personas han muerto por la represión del régimen sirio, que no ha cesado a pesar de la presencia de los observadores árabes en el país.