Industria aprueba una subida de peajes que eleva la factura de la luz de las empresas
- La subida es del 0,9% para la alta tensión y del 2,8% para la baja tensión
- La Tarifa de Último Recurso de los hogares sigue congelada
El Ministerio de Industria, Energía y Turismo ha aprobado una subida en la parte regulada del recibo de la luz que pagan las empresas, los denominados peajes de acceso, aplicable desde el 1 de enero pasado del 2% para los clientes de alta tensión y del 6,28% para los de baja tensión.
Estos incrementos, fijados por orden ministerial, se traducen en un aumento de su factura eléctrica final del 0,9% para la alta tensión y del 2,8% para la baja tensión, según la Asociación de Consumidores de Electricidad (ACE), organización conformada sólo por socios empresariales.
Un portavoz de la ACE ha señalado a Efe su sorpresa por este incremento y ha lamentado la "falta de claridad" con la que ha actuado el Gobierno. El borrador de orden enviado por Industria a la Comisión Nacional de Energía (CNE) en diciembre preveía incrementos de los peajes sólo para los clientes acogidos a tarifa de último recurso (TUR) -hogares y pequeños consumidores-, mientras que congelaba los de los consumidores con más de 10 kilovatios de potencia contratada, grupo compuesto por empresas.
"Poca transparencia"
La subida de peajes para los hogares se ha compensado con la caída del coste de la energía y no ha tenido impacto en la tarifa final que pagan los consumidores domésticos (más de 20 millones), que no ha variado en enero.
Pero la orden finalmente publicada en el BOE, además de los previstos incrementos de peajes para los hogares, recoge los mencionados aumentos para las empresas.
La ACE se muestra indignada por esta actuación y denuncia que el Ministerio de Industria ha actuado con poca transparencia, al tiempo que reclama información para saber si este aumento es una línea de actuación que va a aplicar en los próximos trimestres el departamento que dirige José Manuel Soria.
Al igual que ocurre con la TUR, los peajes para las empresas retribuyen partidas del sistema eléctrico reguladas (distribución, transporte, primas a las energías renovables) y representan sólo una parte del recibo final de la luz.
El resto de la factura eléctrica corresponde al coste de la energía, que en el caso de las empresas tiene que negociarse en el mercado con los comercializadores.