Una ola de ataques coordinados contra chiíes deja 68 muertos en Irak
- Hay unos 150 heridos en Bagdad y en la ciudad sureña de Al Nasiriya
- Los atentados iban dirigidos contra jornaleros y peregrinos chiíes
Un brutal ataque coordinado contra musulmanes chiíes ha matado a 68 personas y ha herido a más de un centenar en Bagdad y en la ciudad de Nasiriya, al sur de Irak, en el peor atentado desde que las tropas estadounidenses abandonaran definitivamente el país el pasado 31 de diciembre.
El ataque más sangriento ha tenido lugar en Al Batha, cerca de Al Nasiriya, donde una bomba diriga contra un grupo de peregrinos que iban al santuario chií de Kerbala ha dejado al menos 30 muertos y 70 heridos
La explosión de esta bomba, que estaba oculta en el arcén de la carretera, se suma a la cadena de atentados que esta mañana ya causaron al menos 23 víctimas mortales en dos barrios chiíes de Bagdad.
Otras 15 personas han muerto en el barrio de Al Kazamiya, en el norte de la capital por la explosión consecutiva de dos coches-bomba.
Violencia sectaria
Un coche-bomba estalló en la plaza de Al Oruba, en ese barrio, poco antes de que otro vehículo explotase en la plaza de Al Zahra, causando 31 heridos y grandes daños materiales sobre los coches estacionados en los alrededores y los edificios colindantes
Poco antes, en el empobrecido barrio bagdadí de Ciudad Sadr, dos explosiones han matado a ocho personas y herido a otras 37.
Dos artefactos explosivos fueron detonados junto a una concentración de jornaleros que se encontraban a la espera de ser seleccionados para un puesto de trabajo en esta zona del este de Bagdad, según las fuentes de la policía iraquí, que han asegurado que se prevé que la cifra de víctimas mortales pueda aumentar en las próximas horas dado el elevado número de heridos de gravedad.
Las fuerzas de seguridad iraquíes acordanaron el lugar inmediatamente después de las deflagraciones e impidieron el acceso a la zona a cualquier persona.
Esta serie de atentados es el peor rebrote de la violencia en Irak en lo poco que va de este año, y se registra más de dos semanas después de que las tropas de EE.UU. completasen su retirada de Irak y de que otra cadena de explosiones acabase con la vida de 63 personas.
Condena internacional
EE.UU. y la ONU han llamado a la calma y al diálogo entre los distintos bloques político, pero por el momento no se ha producido ningún encuentro.
Por otro lado, ha sido la ONU la que ha condenado en los términos más enérgicos la cadena de atentados: "Urjo a todos los iraquíes a mantenerse firmes frente a quienes hacen uso de la violencia para impedir que el país sea democrático, estable, seguro y próspero", ha afirmado el enviado especial de la ONU para Irak, Martin Kobler, en un comunicado de prensa.
Kobler, que ha reconocido que los incidentes violentos han disminuido en el país desde 2009, lamentó que las víctimas de los atentados no son solo cifras ni forman parte de estadísticas sino que se trata de hombres, mujeres, jóvenes y niños.
"Son principalmente civiles y un vida perdida cada día es mucho, por lo que esta violencia tiene que terminar", ha añadido el diplomático alemán, quien ha reiterado su llamamiento a los iraquíes a mantenerse unidos frente a la violencia.