Rubalcaba afirma que el PP les ha "copiado" la idea de limitar los pagos en efectivo
- Insta al PP a darse prisa en luchar contra el fraude en lugar de subir el IRPF
- IU aplaude que se tomen medidas, pero considera el plan insuficiente
El candidato a la Secretaría General del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha recordado que la idea de limitar los pagos de dinero en efectivo para combatir el fraude fiscal, anunciada este jueves por el Gobierno, era una medida que ya estaba recogida en el programa socialista para las elecciones generales. Izquierda Unida también ha saludado la iniciativa, aunque le parece "insuficiente".
"Nos han copiado el programa", ha bromeado Rubalcaba, que durante la campaña electoral señaló que su propuesta era que a partir de 3.000 euros no se pudiera pagar en efectivo para evitar el dinero negro. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, no ha precisado a partir de qué cifra limitarían los pagos.
Rubalcaba ha reconocido en una entrevista en Asuntos Propios de RNE que esta medida para luchar contra el fraude fiscal tampoco se les ocurrió a ellos. Ya se aplica en Francia y se acaba de poner en marcha en Italia.
El candidato a liderar el PSOE ha animado al Partido Popular a darse "prisa" en poner las nuevas medidas en marcha porque "es mucho mejor luchar contra el fraude que subir el IRPF", ha señalado en alusión a la subida del impuesto de la renta la semana pasada.
Rubalcaba ha afirmado que el paquete de medidas que adoptó el Gobierno del PP hace seis días "fue la historia de un engaño anunciado" porque Rajoy insistió una y otra vez durante la campaña electoral en que no subiría los impuestos.
"No ha dicho la verdad y conviene que se sepa", ha señalado el presidente del Grupo Parlamenterio del PSOE en el Congreso de los Diputados. Rubalcaba ha recordado que durante la campaña electoral y durante el debate de investidura intentó que Rajoy dijera si iba a subir impuestos y de dónde.
"Recuerdo debates parlamentarios en los que Rajoy y Montoro decían que lo había que hacer era bajar impuestos", ha señalado.
Rubalcaba es partidario de subir los impuestos pero critica la forma en la que lo ha hecho el PP. Lo primero que hay que decidir, según él, es cuáles se suben para que "aporte más quién más dinero tenga" y luego que la subida sea eficiente.
En este sentido, ha señalado que la subida del IRPF anunciada por el Gobierno no lo es porque "retrae dinero de los bolsillos" de los españoles, lo que afectará al consumo, al crecimiento y por lo tanto a la creación de empleo.
Rubalcaba cree que hay otros sitios de los que sacar dinero como de las grandes fortunas o reduciendo las deducciones en el impuesto de sociedades para grandes empresas; medidas que su partido no llevó a cabo en el Gobierno del que acaba de salir.
En cuanto al proceso abierto en el PSOE para elegir al secretario general, Rubalcaba ha señalado que sabe "distinguir muy bien los compañeros de los adversarios" y que nadie le va a escuchar "una descalificación de un compañero". Hacía alusión así a la exministra Carme Chacón que el miércoles hizo público que optará a liderar el partido.
Un plan "limitado"
Por su parte, Izquierda Unida cree que el Gobierno ha establecido unos objetivos "muy limitados", "confusos" e "insuficientes" en su plan de lucha contra el fraude fiscal, aunque sí ha mostrado su satisfacción por la limitación de los pagos en efectivo, una antigua reivindicación de esta formación.
En nota de prensa, el responsable federal de Economía y Empleo de la formación, José Antonio García Rubio, considera además que el Gobierno "se ha quedado corto" cuantificando los objetivos de recaudación en 8.171 millones de euros.
Además, dicen quedar a la expectativa de que les aclaren si la "eufemísticamente denominada autorregulación" se trata de "algo parecido a una amnistía fiscal". Dicha medida, según el Gobierno, se implementará para facilitar que los pequeños contribuyentes comuniquen a la Agencia Tributaria "posibles errores" a subsanar en sus declaraciones antes de que se les sancione.
También ha advertido de que "no se puede utilizar a la Seguridad Social como chivo expiatorio del déficit de una forma tan poco rigurosa y sin detallar cómo se han hecho los cálculos", después de que se haya anunciado que el sistema ha cerrado el año con un déficit del 0,06 % del PIB.