Ron Paul, el republicano más atípico que inspiró al Tea Party
- Sus ideales no se corresponden al 100% con las de su partido
- Se opone a una política exterior basada en la guerra
- Está a favor de legalizar drogas blandas
Enlaces relacionados
En contra de la guerra y de una política expansionista, a favor de legalización de las drogas blandas, en contra del aborto, a favor de la reducción de la reducción de impuestos… ¿las ideas de un republicano? Aunque parezca mentira, o al menos contradictorio, sí. Son las de Ron Paul, uno de los candidatos en la lucha por arrebatarle el poder a Obama.
Este legislador tejano de 76 años, que desde la década de los setenta está en el mundo de la política, no cae bien ni a demócratas ni a republicanos. Todos le critican lo mismo: la falta de coherencia en sus principios, que no termina de definir. Sin embargo, cuenta con una baza a su favor: el respaldo de los más jóvenes y del sector de la población indeciso.
Con sus argumentos claros o no, Paul, un habitual –aunque sin éxito- de las carreras presidenciales, ha conseguido en esta campaña lo que sus colegas de partido no: mantener en constante ascenso sus apoyos hasta el punto de postularse como uno de los tres favoritos junto a Mitt Romney y Rick Santorum.
El “campeón de la Constitución”
Pero hay más. También es considerado el “padre intelectual” del controvertido movimiento del Tea Party, ingrediente con el que termina de dar forma a su perfil conservador con ideas marginales que desconcierta tanto a los de su partido como al público en general.
“¿Eres o no eres republicano?”, le preguntaba Stephen Colbert, el presentador del popular programa de política y humor, The Colbert Report: “Soy un constitucionalista. Solo que no habías visto uno en mucho tiempo”, respondía un irónico Paul
Esta idea la defiende y lo hace hasta el límite. Desde los años 70 forma parte del mundo de la política y en el año 1988 aspiró a la presidencia por el Partido Libertario, en el que el autor de su biografía, Brian Doherty, ubica su verdadera ideología. Más tarde, ya en las filas del partido republicano, en el año 2008 intentó sin éxito hacerse con la candidatura republicana.
Pero ningún fracaso en la consecución del que es su gran objetivo, la Casa Blanca, ha mermado un ápice su personalidad ni sus ganas de mantenerse en la primera línea de la política: “Soy Ron Paul, un congresista de Texas sirviendo en mi décimo mandato. Soy el campeón de la Constitución”, define él mismo en la página web oficial de su campaña.
Durante toda su carrera política se ha ganado el apodo del “Doctor no” ya que ha sido el gran enemigo de algunas de las decisiones más importantes del expresidentes George Bush, algunas de la talla de la guerra de Irak, contra la que votó en contra en el año 2002.
El motivo siempre lo ha dejado claro: se opone a una política exterior basada en la guerra, que califica de “moralmente monstruosa”, ya que no considera que Estados Unidos deba extender sus ideas a otros países.
Ultraliberal convencido
Además, siguiendo en su política exterior, se ha mostrado siempre a favor de levantar las sanciones a todos los países, incluidos Irán y Cuba. Por lo que no aboga, sin embargo, es por una amnistía en política migratoria ya que es partidario de aumentar el control de las fronteras así como de la eliminiación del derecho a la ciudadanía por nacimiento.
En materia nacional, no ha ocultado en ningún momento que considere como modelo político ideal aquel en el que se "corte las alas al Gobierno", que debe quedar con el mínimo tamaño posible, reduzca los impuestos y elimine el Banco Central.
Natural de Pittsburgh, estado de Pensilvania y donde nació en el año 1935, fue cirujano de vuelo en las Fuerzas Armadas en la década de los 60, momento en el que se mudó a Texas para hacer sus prácticas como especialista en obstetricia y ginecología.
En la actualidad vive aún en Texas, donde es congresista y donde, paralelamente, ha publicado varios libros como "Una política Exterior de Libertdad: Paz, Comercio y Amistad Verdadera, 2007".
Ahora, con más de tres décadas de experiencia política y tras haber ido ganando cada vez más peso, falta esperar si esta vez sí consigue ser de nuevo candidato presidencial y enfrentarse a Obama.