Mitt Romney, favorito en las primarias republicanas de New Hampshire
- El partido republicano espera más de 200.000 votos esta noche
- Romney sigue siendo el principal favorito
La batalla electoral en New Hampshire no es fácil. Un pequeño estado del noreste del país, en el corazón de Nueva Inglaterra, tierra de los padres fundadores de EE.UU. en el siglo XVII, que tiene como lema “Vive libre o muere”, evocando el origen de las primeras Trece Colonias estadounidenses y la declaración de independencia frente a Gran Bretaña en 1776.
Y nos lo recuerda cada matrícula de coche desde que ponemos un pie en New Hampshire. Con apenas 1,3 millones de habitantes, el partido republicano espera más de 200.000 votos esta noche de elecciones primarias, consideradas las primeras de EE.UU.
Dos procedimientos para designar al aspirante
El complejo sistema de primarias republicanas que estamos viviendo tiene dos procedimientos de votación para designar a los aspirantes presidenciales de cada partido.
Los caucus, o asambleas ciudadanas como las que vivimos la semana pasada en Iowa, primera gran batalla electoral. Y las elecciones primarias, organizadas por los gobiernos locales y estatales, como las que vivimos hoy en New Hampshire.
Ambas concentran la atención mediática de manera que aunque apenas estamos hablando de una decena de delegados electorales, los que salen de ambos estados, la importancia de estas dos primeras citas electorales es clave para el transcurso de la batalla electoral de los próximos seis meses. Importa quién gana. Pero sobre todo, quiénes son derrotados.
Porque deben ir pensando ya en abandonar sus aspiraciones presidenciales, como lo hizo la congresista Michelle Bachmann la semana pasada, asumiendo su derrota en Iowa. Y como se espera que haga próximamente el gobernador de Texas, Rick Perry. Quizás tras la próxima cita, Carolina del Sur.
Apurando hasta la última hora
New Hampshire es conocido como el estado de granito, por sus montañas y sobre todo por el carácter de sus gentes. “No nos gusta que nadie nos diga a quién votar… ni siquiera las encuestas” nos decía en la calle, a más de 8 grados bajo cero, una ciudadana de Manchester que aún no ha resuelto su decisión de esta noche.
Son muchos los republicanos que están apurando hasta última hora para determinar su voto. Y esperan de los aspirantes el contacto directo en campaña. Así está siendo la campaña, de condado en condado, de casa en casa.
En los típicos comedores americanos o diners, como vimos en Iowa. O las tradicionales panaderías o bakeries, como estamos viendo en New Hampshire.
La recaudación de las donaciones a las campañas
Dicen que en estos primeros estados electorales el dinero no es tan importante. Porque la democracia en EEUU es muy cara y la recaudación de donaciones económicas para sufragar las campañas, imprescindible.
El presidente Obama aspira a recaudar mil millones de dólares para su reelección este 2012. Las cifras republicanas suman cifras más modestas.
Hasta ahora suficiente, porque la campaña persona-a-persona funciona en estas primeras citas electorales. Pero a partir de Carolina del Sur, las inversiones en publicidad electoral y la repetición de mensajes mediáticos se hará clave. Quizás demasiado viendo el tono negativo que ya han asumido los seis aspirantes republicanos que continúan en pie en esta larga batalla hacia las presidenciales del próximo 6 de noviembre.
Romney sigue siendo el favorito
El favorito sigue siendo el moderado Mitt Romney, tradicional bastión demócrata. Precisamente eso le convierte en un “traidor” para muchos republicanos. Le acusan de hipócrita por haber puesto en marcha en ese estado una reforma sanitaria similar a la del presidente Obama y le reprochan postulados ambiguos, lejos de las lanzas dialécticas del Tea Party.
Pero para muchos Romney puede captar gran parte del voto moderado de EE.UU. que está muy decepcionado con Obama. Han visto como muchas de sus promesas siguen sin cumplir y no creen que en un segundo mandato vaya a conseguir hacerlo.
Una nueva victoria de Romney en New Hampshire no significa que ya esté todo ganado. Pero sí le dibuja como gran favorito en esta carrera republicana. Pese a que no arrastra masas, pese a que 3 de cada 4 ciudadanos no votaron por él en Iowa. Pese a que pocos creen que tenga una opción real de ganar al presidente Obama.
Estamos a diez meses de las elecciones presidenciales. En política ese tiempo es una eternidad. Y en una comunidad global con grave incertidumbre económica, todo puede pasar pensando en las elecciones estadounidenses del próximo mes de noviembre.