Los funcionarios, la cara de los recortes en épocas de vacas flacas
- El Gobierno de Rajoy congela sus salarios y aumenta la jornada
- En mayo de 2010 vieron recortado un 5% de media sus salarios
- En España hay más de dos millones y medio de funcionarios
- Es la cuarta congelación salarial en democracia, dos por partido
"Es lo más fácil, inmediato y bien visto por la sociedad". Asume así la congelación de su nómina M.A.F., funcionaria con 26 años al servicio de la Administración del Estado como economista del ministerio de Hacienda.
Los funcionarios, a los que se considera privilegiados y que no suelen tener muy buena prensa, vuelven a ser víctimas propiciatorias después de que en el mes de mayo de 2010 se les recortará un 5% de media su sueldo. En su segundo Consejo de ministros, el Gobierno de Mariano Rajoy ha decidido que hasta marzo de 2012, como pronto, queden congelados sus salarios y aumenten en dos horas y media su jornada laboral, hasta trabajar 37,5 horas a la semana.
M.A.F. vive con resignación un recorte más en su salario, en una largo rosario de ajustes en épocas de vacas flacas, que se resumen en la cuarta congelación en democracia. El más severo que recuerda se dio en el año 1997, con Mariano Rajoy de ministro de Administraciones Públicas, justificada por el Ejecutivo de José María Aznar por las imposiciones para acceder al euro. Felipe González fue el primero en usar esta medida para contener el gasto.
Esta funcionaria ha perdido la cuenta de cuál es la merma de su poder adquisitivo, porque se suman disminución de salarios, súbidas de las tributaciones, descensos en los complementos.
Aun así espera que lo que hoy es una congelación, con un recorte encubierto porque sube el IRPF, el 31 de marzo se confirme como una nueva disminución salarial, cuando se publiquen los presupuestos generales del Estado. "Entiendo que hay que arrimar el hombro y hay un clima de resignación ante los recortes", argumenta.
Mejorar la recuadación, luchacndo contra la economía sumergida
Reconoce que es un tema que preocupa y una conversación recurrente en el trabajo, pero que "enseguida se cierra sin más, y cada uno a lo suyo", como cuando se habla del tiempo. "No hay nada que podamos hacer", dice, aunque sabe que si se pueden hacer otras cosas a corto medio plazo, como mejorar la recaudación luchando contra la economía sumergida, que eviten una nueva merma del poder adquisitivo de los trabajadores, que, por otro lado, no espera volver a recuperar nunca.
F.P, oficial de la Armada, sufrió un recorte de más de un 7% en su nómina. Una rebaja que en mayo de 2010, cuando se propuso, consideró "desproporcionada, injusta y que solo podía generar mal ambiente en el Ejército y pocos resultados".
La congelación ahora le parece "más coherente, sino fuera porque llueve sobre mojado". La ampliación de horarios ya la estaba cumpliendo y considera que es mejor aplicar por aquí los sacrificios que no por la vía de las nóminas.
Mientras en la calle la vida sigue y hace frío para las economías. Pesimismo, resignación, solidaridad y un punto de indignación es la tónica en el sector público.
Segundo recorte salarial de Mariano Rajoy
El año 2011 terminó en lo político con un Consejo de Ministros en el que el Gobierno ponía sobre la mesa un calendario de recortes, ajustes y datos poco optimistas para el año que estaba llamando a la puerta.
Un 2% de desviación del déficit público de 2011, del 6 al 8%, aumentaba en 20.000 millones el desfase, y según la portavoz del Ejecutivo, Soraya Saénz de Santamaría, obligaba al país a soportar un recorte inmediato de 8.900 millones de euros.
Medidas extraordinarias para situaciones extraordinarias, jutificó tanto ella como el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, en el Congreso de los Diputados.
Las consecuencias del decreto aprobado ya en las Cortes es también que la tasa de reposición de los funcionarios públicos se lleva a 0%, salvo en los casos de fuerzas de seguridad del Estado, servicios esenciales e inspectores de Hacienda, que se fija en un 10%. Es decir por cada 10 funcionarios que se jubilen solo se recupera una de sus plazas para otro opositor.
2,7 millones de funcionarios
En España hay más de dos millones y medio de funcionarios, empleados fijos en empresas públicas, interinos etc. De ellos, la mitad pertenecen a la administración autonómica (1.346.826) y algo más de una quinta parte a la estatal (597.021).- Boletín de la Administación 2011.pdf -.
Desde el sindicato CSIF, mayoritario entre el funcionariado, se considera que el poder adquisitivo de los empleados públicos se ha reducido en torno al 20% en los últimos años. Miguel Borra, su secretario general, lamenta ser el colectivo más dañado en los malos tiempos y no ser nunca beneficiado en los buenos. Se siente "decepcionado" por el estereotipo social del sector.
Borra insiste en que el déficit de las administraciones públicas no se puede vincular al mantenimiento de sus puestos de trabajo, ganado en una opisición libre y abierta para todos, y se felicita de que los gobiernos asuman ahora alguna de sus reivindicaciones como la de la eliminación de empresas públicas de dudosa utilidad.
La prolongación de horarios ya se cumple, salvo excepciones
En cuanto a la prolongación del horario laboral, Borra considera que ya se cumple en la Administración central y en la mayoría del país y que solo eran algunos puestos y algunas las comunidades las que no lo habían adoptado.
Uno de los casos más recientes, es el de la Comunidad de Madrid, en la que se concentra la mitad de los funcionarios del Estado. Su presidenta, Esperanza Aguirre, ha explicado que el aumento de horas laborales de los funcionarios de la Comunidad de Madrid a 37 horas y media, contemplado en la ley de acompañamiento aprobada en la Asamblea de Madrid, supone la equiparación de los horarios de todos los trabajadores públicos en la región con los del resto de España.
La presidenta ha indicado que en la Comunidad de Madrid los profesores, los jueces y los trabajadores de Metro como empresa pública tenían 37 horas y media laborales mientras que el resto, 35.
A quien sí le afectará este cambio es a P.D.F., psicóloga de la Comunidad de Madrid, en el área de Sanidad. Con dos hijos menores de tres años solicitó la jornada reducida para poder conciliar. El aumento de horario si se le aplicará, con lo que los "beneficios" de una jornada reducida se verán diluidos, si no lo estaban ya antes. Sostiene que más que reducción de jornada se debería de llamar reducción de salario, "yo hago el mismo trabajo, solo que en menos tiempo", argumenta. Aún así, lo prefiere.
M.F.F. trabaja en la Consejeria de Educación en Madrid. En este caso, también valora la ampliación de jornada de una manera relativa. Asegura que su sobretrabajo es superior al aumento de las dos horas y media. "Ese aumento está ya amortizado, la de 35 horas no es real y solo lo cumplirían algunos privilegiados."
Considera que es quizá el menor de los daños que se les puede hacer personalmente y que ya se han aplicado otras medidas, las que reivindica "la marea verde", que ya afectan a la Educación por esa vía. Un aumento de las jornadas justifica una disminución del personal interino y contratado, lo que redunda en una pérdida de calidad.
Se negocia cómo hacer efectiva la medida
En Castilla-La Mancha se estudia cómo hacer efectiva la ampliación de la jornada laboral en sectores como el sanitario, en concreto el que afecta a los médicos. S.L.J., doctora internista, asegura que "no es fácil articular un cambio de este tipo".
Sindicatos y gestores tratan de hacer efectivo el aumento de horas. El personal sanitario prefiriría aumentar en media hora cada jornada, pero S.L.J. apuesta porque la administración querrá consultas de tarde o en la mañana del sábado, algo que en su opinión hace más visible el aumento de horas, pero que daña más a los funcionarios.
Como madre de dos hijos opina que de ser así derechos como la conciliación familiar "se van disolviendo en una nébulosa, que solo se mantiene en el papel".
Por otro lado, asegura que esa media hora de más se ha hecho en muchas ocasiones sin que sea reconocida. "No voy a dejar a ningún paciente grave porque sea la hora", dice.
Sobre la congelación salarial, como los otros funcionarios entrevistados por RTVE.es, lo asume con resignación y responsabilidad. Apunta también que la súbida del IRPF y las consecuecias sobre los complentos hace que las medidas sean un recorte y "no que nos quedamos como estamos".
También señala que la escalada de recortes en todos los ámbitos de la sanidad, no solo los salariales "narcotiza un poco" la frustración por perder una vez más poder adquisitivo.