Romney mira al sur para sentenciar las primarias
- Si gana en Carolina del Sur, tendrá el camino prácticamente despejado
- Ron Paul se perfila como el candidato independiente, entre Obama y Romney
- Ver también: Especial Elecciones primarias en EE.UU.
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“Esta noche hemos hecho historia”, ha proclamado exultante Mitt Romney ante sus seguidores en New Hampshire. No hace falta que termine el recuento, con el 95% de votos escrutados, el exgobernador de Massachussets ha logrado una amplia ventaja
Dos de dos lleva el mormón multimillonario en estas primarias, lo que le convierte en el primer republicano en ganar las dos primeras citas en cuatro décadas. La división entre el electorado del Tea Party hace que el viento sople a su favor, pero ahora le toca mirar al sur y su moderación amenaza como un huracán en estados más conservadores donde el centrismo está penalizado.
En diez días, el electorado religioso y conservador de Carolina del Sur dictaminará si hay primarias o el juego se ha acabado. Según los analistas, si Romney gana en ese estado, habrá comprado más de medio billete para ser el elegido en la Convención Nacional republicana de agosto.
Los últimos sondeos ofrecen pronósticos dispares y, aunque todos le dan como vencedor, los menos optimistas auguran una victoria ajustada. Por ello, Rick Perry y Newt Gingrich. Al gobernador de Texas no le queda otra opción que estar en la ‘pole’ tras los pésimos resultados obtenidos en Iowa y New Hampshire.
“¡Hola, Carolina del Sur!”, ha afirmado Perry esta noche, dejando claro que plantea batalla y preparando la artillería para la próxima cita, donde tratará de erosionar a Romney recordando al electorado las empresas cerradas en ese estado por Bain, la compañía del multimillonario empresario.
Gingrich es otro que no acaba de remontar. En los “caucus” de Iowa se descolgó hasta quedar cuarto y en New Hampshire ha ha impuesto por la mínima a Rick Santorum en un, de nuevo, insignificante cuarto puesto. Pero cuenta con un poderoso aliado: el dinero, y está dispuesto a sacar de la billetera más de tres millones de dólares para desacreditar a Romney en Carolina del Sur.
Carolina del Sur, el horizonte
Sin embargo la verdadera amenaza –si es que hay alguna– para Romney son sus adversarios más ‘ultras’. El ultrarreligioso Rick Santorum y el ultraliberal Ron Paul.
El exsenador de Pensilvania no ha podido mantener esta noche el listón de Iowa, donde casi le arrebata la victoria a Romney por ocho votos, pero en Carolina del Sur podría volver a conectar con ese electorado religioso que avala su política contra los matrimonios homosexuales y el aborto.
Pero, quizás, es Ron Paul, con un honroso segundo puesto en New Hampshire, quien puede movilizar con un discurso libertario y aislacionista a ese electorado desencantado con el resto de aspirantes.
“Estamos pisándole los talones”, ha señalado el congresista ante sus seguidores a los que ha animado a continuar apoyándole. “Hemos logrado una victoria por la causa de la libertad esta noche”.
Ron Paul, el tercero en discordia
Más allá de si Ron Paul es el anti-Romney que pueda aglutinar el dividido voto del Tea Party, los expertos le ven como un tercer candidato a la Presidencia de EE.UU., que se presentaría como independiente entre Obama y Romney, capaz de atraer a los movimientos 'indignados'.
"Ron Paul es un epifenómeno extraño que puede hacerle daño a Romney en las primarias si aparece como un tercer candidato independiente, entre Obama y Romney. Le puede quitar muchos votos", ha explicado en RNE el catedrático de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid y analista de la Presidencia de EE.UU, Rafael Navarro-Valls.
Jóvenes pacifistas y veteranos libertarios se cuentan entre la curiosa amalgama del grueso de sus seguidores. "Es un discurso que resuena especialmente entre los más jóvenes en estos tiempo de crisis. EE.UU. no es un imperio, es una república. Y los imperios se quiebran no por su debilidad militar, si no por su debilidad económica", ha afirmado a Efe Chevy Webb, una de sus simpatizantes, que resume el éxito de Paul en "su mensaje simple" de respeto de los derechos civiles, la libertad individual y la no intervención en el extranjero.
Pero Carolina del Sur no solo decidirá si consagra a Romney como el único capaz de medirse a Obama en las presidenciales de noviembre, si no más bien quién abandona la carrera.
Jon Huntsman había concentrado todos sus esfuerzos en New Hampshire, pero solo ha conseguido un raquítico tercer puesto que demuestra el lastre de haber servido a la administración Obama como embajador en China. Un mal resultado el próximo 21 de enero sería la última piedra en la lápida del "misionero mandarín", como le apodan los diarios norteamericanos.